Ayer domingo tras pasar unos agradables momentos de
buen yantar, amigos y artistas en Rejoneo & Copas, tuve la oportunidad de
recorrer algunas de las Cruces de Mayo expuestas en distintos lugares de esta
bella ciudad minera, torera y cantaora.
No podía tener mejor anfitrión, tuve el honor de que
el maestro Paco Bautista, conocido torero quesadense pero considerado de
Linares, me mostrara alguna de ellas.
La verdad que como en todos los conceptos de la
vida, unas me gustaron más que otras aunque por eso no dejo de felicitar a
todos en general, a todos los que con su esfuerzo y trabajo realizan esos
bonitos trabajos para delicia de quienes las visitamos.
Después de darnos una larga pero encantadora
caminata había que tomar un refrigerio, por lo que no hubo mejor sitio para ver
de paso otra de las Cruces como la Peña Flamenca La Taranta. Fue una verdadera
sorpresa la que me tenía guardada el maestro, pues no quisiera menospreciar a
nadie como he dicho anteriormente, mucho menos a las tres Cruces clasificadas;
pero admirando le Cruz de la Peña La Taranta, tengo que confesar que lo primero
que se me vino al pensamiento fue la idea de que quizá el respetable jurado
pudiera haber estado a favor de la corriente tan de moda como es el
anti-taurinismo o la falta de apoyo a tantos y tantos conceptos culturales que
nacen de la raíz más profunda del pueblo, así lo pensé y así lo plasmo.
La Cruz de la Peña La Taranta, tiene -ya que aún hoy
pueden visitarla- una cantidad de significados personales, cristianos, taurinos
y artísticos que como he dicho, no quiero quitarle mérito a los premiados pero
al menos a esta magnífica Cruz habría que haberle otorgado una Mención
Especial; pero claro, para ello hay que entender el significado que la obra artística
tiene y como he dicho tantas veces, quizá en el jurado faltó esa sensibilidad y
esa falta de conocimiento artístico que debe de tener todo aquel que ocupa un
puesto público; y con esto me refiero a todos los niveles, sobre todo al
político, pero claro, con los asesores, vaya usted a saber sus conocimientos
del mismo modo, se arregla todo, pues no señores, no es así, la Cruz de la Peña
La Taranta vuelvo a repetir para que quede bien claro y para no quitar el
mérito a los premiados, al menos se mereció una reconocida Mención Especial.
Si observan ustedes bien la foto de esta gallarda
Cruz de Mayo, comenzamos por los cimientos, un suelo simulando un ruedo con
albero, ruedo linarense donde un gran torero dio la vida e hizo que Linares
fuera reconocido y siga siéndolo en todo el orbe taurino.
Vemos también una Cruz, símbolo cristiano rematado
en forma de estoque con los colores de nuestra enseña, de nuestra Patria, tan
denostados ambos e incluso rechazado por muchos políticos en lugares donde
pueden ejercer sus voluntades. Sillas toreras, mantillas y otros adornos
taurinos así como un traje con historia. Ese traje de luces es propiedad del
torero Paco Bautista, fue el primer traje que diseñó el poeta Rafael Alberti -precisamente
de condición política de los que hoy maltratan nuestra querida Fiesta ¡Qué
casualidad!- para uno de los más grandes toreros que ha dado la historia y que
nueva casualidad que estaba la tarde trágica de Linares, Luís Miguel Dominguín.
Lo estrenó en Las Palmas de Gran Canaria alternando junto a Antonio Bienvenida
y Miguel Márquez ante reses de Samuel Flores.
Posteriormente el sastre Álvarez, diseñó el mismo
modelo para los maestros Paco Bautista y el Faraón de Camas Curro Romero. Paco
Bautista estrenó este traje el 14 de septiembre de 1972 en Barcelona, siendo un
regalo del empresario D. Pedro Balañá, en cartel Pepe Limeño y Gregorio Lalanda
con toros de Antonio Pérez Tabernero, esa tarde el maestro Bautista cortó dos
orejas y posterior el 27 de agosto en la Feria de Linares volvió a cortar 4
orejas y un rabo.
Señores jurados, en todos los ámbitos, para hacer el
paseíllo hay que saber torear, de lo contrario entrenen, entrenen duro y
fuerte, es la única forma de triunfar.
Hay que conocer y saber la historia de las cosas, la
historia de la gente del pueblo, nuestras raíces, algo que a mi parecer
pareciendo encasillarlas en épocas pasadas ya creídas olvidadas sea posiblemente
el fracaso de tantas cosas actuales.
Por eso hoy más que nunca brindo junto a un torero
por nuestras costumbres, por nuestras Fiestas y por nuestra cultura. Y como no,
por España, mi país y Patria.