Fragua de luna y llanto
Fragua de bronce y nieve
Espejo envuelto en quimeras
En bronces, en saetas
Fragua enamorada
Fragua de bronce y nieve
Fragua de lluvia y llanto
Fragua de sangre, fragua de muerte
Ecos de fragua si, ecos de fragua fueron las
palabras del maestro Dámaso González en la tarde-noche de ayer en la Asociación
Cultural Taurina “Luis Olmo” de la taurinísima localidad de Vilches, en su VII
Jornada Cultural Taurina.
El maestro Dámaso González volvió a lucir como en
sus mejores Tardes de Gloria, una persona cordial y que cuando tan siquiera
había dicho dos palabras, la sala del local de este Peña Taurina casi se viene abajo
de la estruendosa ovación que recibió el “Rey del Temple”.
Magníficamente conducida y moderada por el
periodista de 6 Toros 6 Luís Miguel Parrado, la tertulia significó un antes y
un después sobre muchos matices a tener en cuenta en el toreo para muchos
aficionados entre los que me incluyo.
El torero albaceteño que empezara anunciándose en
los carteles pro mediación de “Luguillano” como “Curro de Alba” hizo un
análisis a su vida profesional como torero y como ganadero que es en la
actualidad. Dámaso fiel a su profesión y a su manera de interpretar el toreo
explicó el porqué de ese temple tan característico en su forma de torear,
echando la moneda al aire en cada uno de sus majestuosos pases ante toros que
no daban confianza.
Emotivos recuerdos de sus comienzos, sobre todo
recordando la provincia de Jaén y varias de sus ganaderías y personajes que le
ayudaron por entonces. Recuerdo emotivo a una tarde en Santisteban del Puerto
donde compartió cartel con Antonio Millán “carnicerito de Ubeda” y que sobre el
cual fue preguntado, ya que el desafortunado torero de Ubeda toreó su ultima
tarde en Ubeda con el maestro de Albacete; el cual dijo que era uno de los
mejores toreros que había visto torear en aquellos tiempos, sobresalto
sobremanera el toreo con su mano izquierda. Tiempos por Jaén los cuales siempre
llevará en su alma y en su pensamiento.
Anécdotas, vivencias, malos ratos, cogidas tremendas
en capeas donde la ausencia de unos buenos profesionales, incluso su ausencia
total en aquellos festejos populares le llevaron a tenerle que coser una cogida
el zapatero del pueblo con aguja e hilo de bramante, el mismo que se utiliza en
la actualidad para coser los zapatos y; lo más desesperante, ausencia total de
anestesia. ¡Eran otros tiempos!
Tras sus comienzos y ya metido de lleno en el camino
que le llevaría a ser uno de los más grandes toreros de su época, que aunque bien
es verdad, nunca ha mandado, pero siempre ha sido respetado, algo que el
maestro Dámaso valora como una de las cosas más importantes en su vida, llegan
personas como D. José Camará,”Luguillano”, la casa Lozano, Matilla, Chopera, el
singularísimo Santiago López y otras muchas personas que formaron parte de su
vida profesional en el mundo de los toros fueron recordados con palabras que salían
de corazón, no tuvo el maestro ni un solo guiño a malos momentos o rencillas
que hubieran podido quedar en su larga trayectoria taurina, de todos, absolutamente
de todos guarda unos buenos momentos.
Esto fue a vuelapluma lo que dio de sí la Tertulia
Taurina en Vilches, una tertulia taurina donde me quedo con la enorme acogida
de público, el cual se echa de menos en tantos y tantos actos que se celebran
para regocijo del aficionado y fomento de la cultura taurina. Pero por encima de todo me quedo con la amabilidad, transparencia y sobre todo HUMILDAD de un maestro que públicamente tendió la mano al novillero de la peña quien le abrió las puertas de su casa para que fuera a torear, ayudando así a su formación como torero.
Felicidades a esta Peña Taurina por el éxito
alcanzado y la presencia de profesionales del toro como los picadores de la
localidad Antonio García y Nicolás Montiel, hijo del célebre Cipriano y sobrino
del conocido Manolo. Luis Olmo y Daniel García, dos novilleros actuales también
de esta localidad que luchan por alcanzar un puesto en este difícil mundo del
toro. Y por supuesto a todos los presentes que hicieron pequeño el enorme salón
del que dispone la Peña Taurina.
Que Dios nos de salud para vernos de nuevo el año
que viene.
¡Viva la Fiesta Nacional, que es la Fiesta de los
Toros! y ¡Viva España!
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