Hierro ganadero de D. Iñigo Garzón
La placita de tientas en perfecto orden
In crescendo, esta es la palabra correcta que hay
que utilizar si queremos hablar de la verdad con la que se toreó ayer el
tentadero en esta finca ganadera jienense.
El tentadero corrió a cargo del propio ganadero D.
Iñigo Garzón y el novillero albaceteño Diego Carretero a quien acompañaba el
Matador de Toros Luis Rubias y el joven empresario Juan Manuel Rodríguez
Pintor.
Unas becerras extraordinarias que fueron bravas en
el caballo que como siempre monta el extraordinario mayoral y picador de toros Santiago Sánchez, yendo a más durante la lidia y un toreo con mucha expresión, cadencia y
naturalidad fue el vivido ayer en las estribaciones de Linares.
A gran distancia, galope, fijeza y humillación, así embistieron las becerras tentadas.
El ganadero D. Iñigo Garzón, volvió a demostrar una
vez más ese vínculo existente con las reses que cría, toreando con ese gusto
campero que solo los buenos ganaderos saben dar a las faenas camperas cuando
llevan el toreo dentro. Llegado este punto después de varios años viendo a
Garzón manejar las telas, no sería descabellado que en la provincia de Jaén se
organizara un festival taurino compuesto por ganaderos-toreros, donde los
cuales aportaran una res de su Hierro, en fin, aquí queda la propuesta.
Al novillero Diego Carretero, una jovencísima
promesa de Albacete, le vimos suelto y
con desparpajo, anduvo muy bien con las telas, dando a cada momento los
terrenos necesarios a las becerras para que estas con una suavidad y
humillación característica, las tomaran con bravura, sin violencia y llegando
hasta el final de cada muletazo.
Al final de cada faena, tanto el Matador de Toros
Luis Rubias como el novillero con picadores Manuel Rodríguez, un novillero a
tener en cuenta y; en menor medida por la seriedad de las becerras, quien les
escribe, también pudimos disfrutar de esa bravura criada a pocos pasos de
Linares, ese encaste Núñez del Cuvillo, dulce como la mejor miel de flores del
campo jienense.
EL MATADOR LUIS RUBIAS
EL NOVILLERO MANUEL RODRIGUEZ
MI MINUTO DE GLORIA
Finalizado el tentadero, he de decir que la habitual
tertulia estuvo muy animada, pues como aficionado con más edad de los presentes
y el saber de toros, tanto del señor ganadero como del empresario y apoderado
Juan Manuel Rodríguez, disfruté lo indecible escuchando hablar de toreros como
Juan Mora, Curro Durán, Paco Ojeda, Currillo, así como también de otros grandes
profesionales a caballo y criadores de toros, dígase D. Luís Valdenebro.
Aquí y así es como se hace afición, aquí y así es
como se aprende a respetar al toro, al mundo que le rodea, a los profesionales
sea de la índole que sean; aquí en escenarios camperos como el descrito y así
es como esta Fiesta tan singular y tan nuestra tendrá larga y respetable vida.
Hoy hubiera sido el día de la presencia en el
tentadero de dos grandes maestros míos, los recordé, José Olid y Agustín Hervás, con ellos
presentes, el nivel ya de por sí alto, hubiera alcanzado el Olimpo Encastado
que la Fiesta merece.
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