Últimamente y con más asiduidad podemos ver en los festejos taurinos el
siguiente anuncio “El matador de toros Pepín de la Casa aportará el 50% del
coste de la entrada para los menores de 30 años”. Este es sólo un ejemplo
de una oferta a la que se están apuntando toreros de primera línea del
escalafón tales como Julián López “El Juli” (creador de esta iniciativa),
Alejandro Talavante, Miguel Ángel Perera... y otros más modestos como Rafael
Rubio “Rafaelillo” o Iván Fandiño.
La oferta a priori es muy buena y muy generosa por parte de los toreros
pero permítanme con todo el respeto del mundo atreverme a criticar esta
iniciativa.
En primer lugar, los toreros han tomado como propia una labor del
empresario de la plaza como es la de la promoción de las entradas con un precio
reducido para jóvenes, hemos pasado del empresario-apoderado-ganadero al
torero-empresario que como todos estarán de acuerdo es malo para la fiesta, si
uno es torero, es torero y punto.
Seguidamente encontramos una oferta que en su día iniciaron las figuras,
conscientes que con sus altas compensaciones era prácticamente imposible
cualquier tipo de rebaja de las entradas sin provocar una pérdida importante al
empresario. ¿No sería más correcto que los líderes del escalafón bajasen
sus retribuciones para que el empresario pudiese hacer estas ofertas? No solo
al aficionado joven sino también a todos los aficionados, ya que actualmente
las entradas, exceptuando casos como Madrid, tienen unos precios muy elevados,
teniendo en cuenta la importante crisis económica en la que nos
encontramos, y además que los salarios de los toreros de primera línea
del escalafón son los más altos de la historia comparándolos con la recaudación
taquillera de toda la historia.
En el caso de los toreros más modestos, con una menor retribución por su
labor, la clave por la cual pasa la opción de la promoción de entradas para
jóvenes, está principalmente en mano de los empresarios quienes deben de
arrimar el hombro y mirar por el futuro de la fiesta.
En tercer lugar debemos estudiar las consecuencias indirectas que produce
esta oferta, con la asunción del 50% de la entrada por parte del torero una vez
en la plaza de toros ¿Cómo un solo joven se va a atrever a juzgar o criticar la
labor de ese torero? Evidentemente aunque haya estado fatal dirá que no estuvo
mal, es algo completamente antinatural e inhumano morder a la mano que te da de
comer, por lo tanto estaríamos ante la formación de aficionados o público en
general educados en la mentira, sin criterio propio y fervientes admiradores de
todo aquel que se dignó a pagarle su entrada, creando así un pequeño grupo de
“Hooligans taurinos”.
Con esta reflexión no quiero que piensen “Que injusto este chaval encima
que se molestan en llevarles a las plazas va y les critica” puesto que lo único
que pretendo con la misma es dar a conocer otros modos de conseguir la vuelta
de los jóvenes a las plazas de toros sin perder su capacidad crítica fundamental
en la formación de nuevos aficionados.
Fuente.- Carta enviada por Javier
Salamanca y publicada en
http://recortesygalleos.blogspot.com.es
Ya veremos cual es la proxima ocurrencia de los toreros, que salga un torillo desmochado y dormidito para poder presumir de dominio, delante de los jovenes con entrada regalada, esto se esra desmadrando y pronto perdera la poca identidad que le queda.
ResponderEliminarPesismista