Quien me iba a decir cuando empecé mis primeras citas en este fantástico y fascinante mundo multicolor -pues así era como lo apreciaba en aquella corta edad de seis o siete años- en el que me veía inmerso cada jueves y domingo así como alguna que otra noche de verano cuando acompañaba a mi padre, componente de la Banda Sansense, la cual amenizaba las corridas de Toros tanto de la desaparecida y majestuosa Plaza de Las Arenas como de la clausurada -esperemos que momentáneamente- Plaza Monumental de Barcelona; con una ilusión y expectación desbordante, que esa afición que iba penetrando en la sangre como si de una trasfusión se tratara, no quedaría solo y exclusivamente en acudir a una Plaza de Toros, sentarse en un tendido y presenciar todo lo que de rito ancestral lleva consigo.
Que la Tauromaquia forma parte de la Bellas Artes no hay quien lo ponga en duda y ¡qué casualidad!, los avatares de la vida me traerían a una Ciudad Patrimonial como Baeza, donde cada monumento, dada piedra que lo compone, así como cada paso que se da en esta ciudad de ensueño, se va respirando historia y arte. Solamente tienen que pasear por su zona Monumental en una noche otoñal entre una tupida niebla para comprobar la magia que esta ciudad posee en sus entrañas y envuelve al caminante.
Estoy plenamente convencido que este fue uno de los motivos junto al de conseguir unos estudios superiores, lo que me llevaran a graduarme en su más que centenaria Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos “Gaspar Becerra” en una faceta artística, donde en la cual no me reconozco sin esa pasión al Toro.
El Toro ha venido protagonizando lo que es el epicentro sobre el que se mueve toda mi actividad, tanto artística como social. Esta reflexión ocupó mi pensamiento mientras miraba la foto frente a Don Livinio Stuyck en el jardín del patio de arrastre de la Plaza Monumental de Las Ventas de Madrid la primera vez que visitaba dicha Plaza de Toros invitado por el empresario, apoderado y genial artista Pablo Lozano. Guiado de su mano pude además de visitar las distintas dependencias de la Plaza de Toros, el maravilloso Museo Taurino del que dispone dicho coso; donde de sus manos han nacido varias esculturas taurinas además de la mencionada de Don Livinio Stuyck (propulsor de la Feria de San Isidro), presente en el citado patio de arrastre.
A partir de aquel maravilloso día, todo vino rodado. Aquella misma mañana coincidí con quien aparte de buen amigo en la actualidad fue -aunque fuere discutido- uno por no decir el mejor de cuantos Presidentes ha tenido el Palco de la primera Plaza de Toros del mundo, el insigne Juan Lamarca.
Posteriormente e invitado por el Círculo Taurino “Amigos de la Dinastía Bienvenida” un trece de noviembre de dos mil siete al acto de entrega del trofeo “Ángel Luís Bienvenida” a los Valores Humanos en su IV edición que se le otorgó al maestro Enrique Ponce en el Teatro Muñoz Seca de Madrid volvimos a vernos. No podía faltar al acto, ya que el maestro Ponce era por aquellos entonces benefactor de un festival en Baeza a beneficio de la Asociación de Esclerosis Múltiple, sobre la cual nuevamente los avatares de la vida hicieron que conociera muy de cerca, motivo por el cual acudí y agradecí personalmente a quien tantas tardes se pusiera ante el Toro para recaudar fondos para dicha asociación.
Ese día decía, de la mano de Juan Lamarca en una acogedora reunión tras el acto conocí a un grandioso escultor, Puente Jerez, http://www.youtube.com/watch?v=yPMKyvkKbyw hijo del no menos ilustre pintor Pepe Puente. Con Puente Jerez tuve el privilegio de hablar de Artes Aplicadas y Toros, así como del concepto tan positivo que tiene de la Escuela de Artes y Oficios de Baeza. Con el amigo Puente Jerez pude entusiasmarme hablando del modelado, vaciado y otras técnicas utilizadas en el campo de la escultura. Por otro lado consideró y reconoció a pesar de no practicarlo, el esfuerzo que se realiza en el tallado en piedra o mármol de cualquier pieza, valorando mucho esta especialidad, máxime -continuó explicando- estando en una ciudad renacentista donde tan buenos y valiosas obras en piedra se pueden apreciar en sus múltiples monumentos civiles.
En el campo de la Pintura tuve el honor de compartir con el gran pintor sevillano Pedro Escacena en una de sus visitas al prestigioso Círculo Taurino de Baeza ¡qué decir de este gran artista! sus majestuosos carteles taurinos donde en muchos de ellos figura su bella esposa lo dicen todo.
No quiero dejar de nombrar a mi buen amigo José Olid -otro de los grandes en mi vida- el amigo Pepe Olid es otro de mis maestros en esto de juntar letras, no sé si llegaré a aprobar la asignatura, pero de lo que no hay duda alguna; es de que la prosa utilizada en cualquiera de las conversaciones que mantenemos a diario a pesar de lo distante de nuestras ciudades de residencia; se convierte en toda una pieza literaria, Don José, gracias por dejarme ser tu amigo.
¡Qué puede esperarse de una Escuela de Artes enclavada en una ciudad donde como Andrés de Vandelvira, Gaspar Becerra, Antonio Machado y otros grandes personajes han pasado gran parte de su vida y donde se disfruta a diario del Arte que nos dejaron!
Si he de sincerarme con la propia vida a pesar de las malas jugadas que nos gasta……… gracias a todos estos y otros muchos amigos que por espacio no he nombrado; y también como no, al apoyo de mi familia, no me queda más remedio que decir……… soy realmente un privilegiado. Y todo gracias a que un ya lejano día, me enamoró EL TORO. Gracias amigo Toro.
Antonio Machado junto al Palacio Fortaleza D. López Sánchez Valenzuela
Las Ventas a D. Livinio
En el Teatro Muñoz Seca
En Ubeda. Una buena Tarde de Toros
Con Pedro Escacena
En Madrid con el escultor Puente Jerez (junto a Juan Lamarca)y otros amigos
Con el maestro Pepe Olid
Busto en terracota patinada en bronce
Boceto en terracota para talla en madera
Toro en terracota
Boceto en terracota
Alegoría musical
A mis amigos del Círculo Taurino de Baeza
A mis amigos de la Peña Tercio de Varas de Linares
A mis amigos del Circulo Taurino José Fuentes de Linares
Al ganadero Francisco Sorando
Hierro primitivo de Paquito Esplá
(Padre de Luis Francisco y Juan Antonio)
Heráldica familiar
Y todo con su ayuda
ese hierro de Paquito Espla, es desde hace 30 años ya propiedad de un ganadero de nuestra provincia, de santiago de la espada y que ademas sigue realizando la trashumancia desde las tierras de santiago de la espada a baños de la encina, Antonio Fernandez "El Zorro"
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