
Manuel Martín, ante la ya dilatada duración del festejo e imposibilidad de acabar con el animal ni poder devolverlo a los chiqueros a punta de capote, optó por abreviar y no dudó en salir vestido de paisano. Martín, que también es matador de toros, reverdeció laureles enjaretándole primero dos tandas con la mano derecha para ahormar al toro antes de pasaportarlo de una estocada ante el clamor de un público que hasta quiso concederle trofeos.
Fuente Mundotoro
No hay comentarios:
Publicar un comentario