Hablaré como los toreros ¿por qué no?, lo he dicho
muchas veces, sin vestir ese bonito chispeante se puede uno sentir torero sobre
todo con el respeto dirigido tanto al Toro como a esos hombres especiales que
son los Toreros, así que con todos mis respetos, queda dicho.
Ayer se cerró con broche de oro la temporada de
tentaderos en la Finca Cerropelado del ganadero D. Iñigo Garzón con una visita
de excepción, el torero Juan Ortega, que nos hizo disfrutar de una tarde en la que
pudimos ver toreo del bueno, toreo de ese pellizco tan especial que tienen esos
toreros tocados por esa varita mágica que solo Dios sabe manejar con tanto
acierto.
Juan Ortega, un torero que no dejó a nadie
indiferente en la tienta de dos becerras que salieron con la nobleza que
caracteriza a este encaste pero a las que hay que hacerles las cosas con mucha
templanza, midiendo muy bien las distancias y dejando que las mismas se vayan
convenciendo y adivinando que la muleta no es ninguna muralla que tienen
delante para competir con ella, sino que es algo que juega con ellas,
templándolas, acompañando y llevándolas con una suavidad que raya la caricia
más dulce.
Un tentadero el de ayer muy especial ya que contamos
con unos invitados de excepción, el líder de Vox Santiago Abascal y sus
representantes en Jaén, los cuales como buenos españoles, disfrutaron de
nuestra rica gastronomía y nuestra Fiesta más representativa, llegando a torear
algunos de ellos, sobresaliendo la representante Amelia Bueno que demostró su
valentía frente a una brava becerra junto al ganadero, toreando al alimón.
El ganadero y jinete de salto D. Javier Garzón también tuvo su momento de gloria.
Santiago Abascal también probó suerte y comprobó la
importancia y el esfuerzo de los profesionales, declarando que la tauromaquia
debe entenderse como una parte integrante de nuestro patrimonio nacional, dada
su innegable influencia en todas las artes, y el poder con el que traspasó las
fronteras de los diferentes países que encontró a su paso, despertando su
interés por el nuestro, y contribuyendo a conformar una de las principales
señas de identidad de España.
Del mismo modo pudimos disfrutar de las banderillas
de Francisco Tornay y el toreo al alimón junto a una gran amazona como es María
Rivillas, quien demostró una vez más que la mujer aún tiene mucho que decir en
muchos campos de la vida.
Jornada especial como digo porque fue uno de esos
días donde se disfruta por partida doble, en primer lugar desde el punto de
vista profesional, pues preparar un menú campero a base de un extraordinario
surtido de Aperitivos Ibéricos, Paté de Perdiz al aceite de oliva, unos
sabrosos fritos de elaboración casera para continuar con una extraordinaria
Paella Mixta y una espuma de limón elaborada con limón del bonito Patio de
Naranjos de esta finca, un patio que data de 1850, la verdad, es todo un lujo y
un gusto para los más exigentes paladares.
Por otro lado como ya he comentado el disfrute de
ver de nuevo al piquero Santiago Sánchez desarrollar una Suerte de Varas con elegancia y pureza.
Y a D. Iñigo Garzón torear con ese sabor campero tan poco habitual
fuera del espacio campero.
Para finalizar la jornada en el coqueto porche del
Cortijo, una zona muy bonita de columnas y una pared que da un frescor
extraordinario debido a su arraigada yedra, tuvimos un coloquio taurino digno
de cualquiera de las más reconocidas asociaciones taurinas que puedan existir
en el país, Juan Ortega como torero, D. Iñigo Garzón y D. Rodolfo Ortega como
ganaderos, D. Jacinto Ortega padre y nieto del ganadero D. Jacinto Ortega,
pusieron el broche de oro pedagógico a una jornada que pasará en el terreno
personal a formar parte inolvidable de mis experiencias taurinas.
MI MINUTO DE GLORIA
Gracias torero, gracias también a Francisco Tornay porque con vuestros apuntes pude una vez más disfrutar de lo que tanto me gusta, gracias porque ante una vaca nada fácil para el aficionado, con vuestra ayuda lo fue y pude ver realizado mi sueño.
¡Me hago de Vox!
Gracias a todos por tan extraordinaria jornada.
Ahora cara el verano comienza una nueva etapa en el campo, en este lugar
seguiremos disfrutando de la vida campera junto al mayoral de Cerropelado, el joven
Francisco, con el que montado a caballo disfrutaremos de los nuevos retoños, de
nuestras amigas, esas madres maravillosas como “Mirita” que tantos buenos ratos
nos han hecho pasar.
Y como no, de ese gran amigo “Pregonero”, mi toro, ese
bravo animal que tanto me hizo disfrutar en su día y que ya va conociendo mi
voz en su llamada, quedándose observando con una mirada especial, tan especial
como lo es esta Fiesta tan nuestra, esta Fiesta tan española, esta Fiesta que
tan al corazón llega y que hasta de los más duros corazones hace brotar esas
lágrimas de alegría que salen del alma.
¡Viva la Fiesta de los Toros! Y ¡Viva España!