SEVILLA, 17 DE ABRIL DE 2016. TOROS DE
MIURA PARA RAFAELILLO, JAVIER CASTAÑO Y MANUEL ESCRIBANO.
CON MIURA NADIE SE ABURRE
Corrida
bien presentada en tipo de la ganadería, excepto el quinto, más bien terciado.
Todos destacaron por su nobleza en mayor o menor medida, pero blandearon en
demasía.
Corrida
de muchos detalles. El primero fue la gran ovación del público puesto en pié
que recibió Javier Castaño antes de comenzar el festejo y que le obligó a
saludar.
El
segundo detalle positivo fue el juego de los toros en el tercio de varas
acudiendo prestos al caballo, empujando con clase y admitiendo castigo que nos
hizo olvidar tanto puyazo simulado en esta feria. Destacó en este tercio el
picador Juan J. Esquivel que al primero de la tarde administró dos buenos
puyazos largando muy bien el palo dominando la cabalgadura ofreciendo el
costado y dosificando el castigo.
El
tercer detalle fue la labor del banderillero Fernando Sánchez poniendo los
palos en corto, por derecho, ganando la cara y salida garbosa.
El
cuarto detalle lo atribuimos al banderillero Jaime Padilla. Muy bien colocado
en el tercio de banderillas del quinto toro haciendo tres quites providenciales
a Marco Galán.
El
quinto detalle, este negativo, es otro momento de “gloria” del presidente Sr.
Luque Teruel, que una vez más se sitúa al lado de los taurinos, privando a los
aficionados de otro par de Fernando Sánchez al quinto, suponemos que para
evitar otra mala actuación de Marco Galán. Cambió el tercio
antirreglamentariamente con dos banderillas colocadas.
La
partida la ganó Rafaelillo. Muy puesto para la lidia de este tipo de encaste.
Buena colocación. Bien con el capote ante la media embestida de su primero.
Mejor con la muleta, siempre planchada, toreo en redondo, dando sitio al toro
templando la acometida. Mató mal escuchando un aviso.
En
el cuarto mejoró su labor con la muleta. Los pases con más profundidad siempre muy templados dominando los tiempos
de la faena y como mató a la primera fue premiado con una merecida oreja.
Javier
Castaño estuvo como descentrado toda la tarde. No debe ser fácil que tras pasar
el calvario de la cruel enfermedad asumir la responsabilidad de torear miuras
en Sevilla. El aficionado siempre estuvo con él y a buen seguro que si las
empresas confían dentro de poco volveremos a ver al Castaño de siempre. ¡Aupa
matador!
Escribano
salió muy dispuesto recibiendo a sus dos enemigos a portagayola. Lo mejor de la
tarde fueron varios lances largos, mandones y profundos rematados con una media
de cartel al tercero del festejo. Este animal llega flojo a la muleta trasmitiendo
poco o nada apagándose pronto y este material no es precisamente lo que
requiere su toreo. El sexto también flojera, cara a media altura y se echa a
mitad de faena. Careció de enemigos.
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