"...Cuando
en Madrid los toros están mal, están peor que en ninguna parte, el
fracaso adquiere proporciones desorbitadas, es la apoteosis de la
podredumbre, porque los toros de Núñez de Cuvillo estaban podridos. Al
final sólo se lidiaron tres del hierro anunciado. ¡Ay Cuvillo quién te
ha visto y quién te ve! En poco tiempo has pasado de ser el ganadero
predilecto de “El Deseado” a vender toros de saldo con casi seis
años...."
UN ESPANTO DE TARDE
Domingo Delgado de la Cámara / Fotografías de Andrew Moore
Cuando
en el apartado vi que el cuarto de la tarde se llamaba “Espantoso”,
tuve el presentimiento de que la tarde iba a ser un espanto. Y
efectivamente, así fue. Era un nombre premonitorio del desastre. Hasta
diez toros salieron al ruedo en una de esas desesperantes tardes
madrileñas donde todo sale mal. Cuando en Madrid los toros están mal,
están peor que en ninguna parte, el fracaso adquiere proporciones
desorbitadas, es la apoteosis de la podredumbre, porque los toros de
Núñez de Cuvillo estaban podridos. Al final sólo se lidiaron tres del
hierro anunciado. ¡Ay Cuvillo quién te ha visto y quién te ve! En poco
tiempo has pasado de ser el ganadero predilecto de “El Deseado” a vender
toros de saldo con casi seis años.
El señor Julio
Martínez cada vez que se sube al palco, está a punto de provocar un
escándalo de orden público de padre y muy señor mío. Pero hombre de Dios
¿Cómo no devolvió al becerrote inválido de Bohórquez en cuanto salió?
Lo devolvió cuando ya se le habían puesto dos pares de banderillas, y
menos mal que al final recapacitó y lo devolvió, de no hacerlo, podría
haberse formado un altercado muy gordo. La gente estaba muy cabreada, y
con razón. Ya va siendo hora de que suban al palco los aficionados. En
primer lugar por una razón de estricta justicia, el consumidor del
espectáculo, el que lo sostiene con su dinero, tiene derecho a presidir y
tomar las decisiones importantes. Por otro lado, en las plazas donde
presiden aficionados (en Bilbao o en Francia), las cosas se hacen con
más cordura y más rigor. Queremos a los aficionados en el palco ya.
Y ahora entremos en
tan larga y tediosa corrida. Abrió cartel Finito de Sabadell ¿qué
pintaba el Fino en la corrida de ayer?, tuvo un lote flojo y sin gracia.
Tiró muchas líneas y no se confió nunca. En fin, lo de siempre. También
tiró líneas Daniel Luque con el sexto, un sobrero manso de El Risco,
con el que no se apretó. Sin embargo, en su primero (de Cuvillo) toreó
muy bien a la verónica y el inició de faena tuvo mucho sabor, en ese
momento el toro se paró y se acabó lo que se daba. Vamos a ver qué hace
en Zaragoza en su encerrona del próximo jueves. Luque tiene muchísimo
talento, pero también la manía de decepcionar en los momentos clave. A
ver qué hace…
Decían los
enterados que los del Tendido Siete eran todos partidarios de Iván
Fandiño. Pues va a ser que no, ayer le estuvieron hostigando toda la
tarde. En realidad los del Siete no son de nadie. Su afán de
protagonismo impide cualquier fidelidad duradera, ellos quieren llamar
la atención y acaban gritando al lucero del alba. Esto lo sabía muy bien
Martín Arranz, por eso prodigaba tan poco a sus toreros en Madrid. Y
cuando se decidía a anunciarlos, era en un ambiente de euforia
arrolladora, que callaba los jipíos de El Rosco y compañía.
Por otro lado,
Fandiño empieza a estar visto, el ojo ya se ha cansado de verlo y con la
fatiga vienen las exigencias. Ayer le pitaron cosas que todavía en mayo
se le aplaudían. Ha llegado el tiempo de las exigencias y la travesía
del desierto. Les ha pasado a todos, Fandiño no va a ser la excepción.
Pero es que además,
Fandiño ayer no estuvo bien. En realidad, tuvo la tarde más espesa que
le hemos visto en los madriles. Nada digo de su faena ante el sobrero de
Juan Pedro Domecq, que embestía bien, pero era chico y soso. Con un
toro así es muy difícil triunfar en Madrid, donde se quiere un toro de
más presencia y que embista con más bríos. Aunque las series fueron
limpias, la faena no llegó a calentar a nadie. La estocada baja también
enfrió el ambiente.
En quinto lugar
salió un bravo sobrero de El Torero que nunca debió irse con las orejas
puestas. Fandiño empezó bien, con un toreo bien ligado sobre la mano
derecha, pero un desarme y una serie rápida y enganchada con la zurda,
arruinaron la faena, rematada otra vez de una estocada rinconera. Creo
que ayer a Fandiño le sorprendió mucho encontrarse por primera vez con
un ambiente adverso en Madrid. Bueno, pues hay que saber superar ese
condicionante, como lo han superado todas las figuras que en el mundo
han sido…Las excusas no sirven, a ese toro había que haberle cortado las
orejas.
Como se puede
observar, la feria va de culo y cuesta abajo. Mañana Abellán va a
realizar una heroicidad, porque matar seis toros en solitario en Madrid,
es una auténtica heroicidad. Le deseamos la mejor de las suertes y que
levante la feria.
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