sábado, 9 de agosto de 2014

CALASPARRA NAVEGA A CONTRACORRIENTE



Gloria Cantero Martínez. Aficionada
Calasparra, villa arrocera, situada al noroeste de la comunidad murciana, me atrapó desde hace ya algunos años.
La emoción de ver correr, desde por la mañana, esos novillos-toros de imponente trapío por sus adoquinadas calles, respirar aromas y paladear lecciones  de aficionados sabios, orgullosos de su feria, trabajadores incansables, hospitalarios donde los haya. Volver a sorprenderme viendo a los más pequeños jugar "al toro".  Compartir café y tertulia con buenos amigos, aún con enfrentamientos de pareceres; es algo así, como retroceder en el tiempo, o como hallar ese oasis en tierra baldía.


Son mis motivos, efectivamente, pero les aseguro que quien busque "oler a Toro", sentir que no todo está perdido, buscar reconciliación con los elementos fundamentales sobre los que sustentamos afición, admirar hechuras, seriedad, integridad, dificultades, emoción, dignidad en el toreo, Calasparra es refugio entre tanta miseria taurina. 
Quizás esa sea la razón por lo que parece, oscuros intereses se ceban en el abordaje de la Feria del Arroz para este año. 
Escucho, estupefacta, opiniones doloridas, aquella apuesta por la creación de una Comisión Taurina, en origen reflejo, oído y voz de la afición calasparreña, aparece en la actualidad, doblegada ante la crisis económica, agrados particulares, mecenazgos impuestos, estériles negociaciones...


Dos son los asuntos de gran importancia que hieren abiertamente la articulación del próximo ciclo: 
Por un lado, la falta de entendimiento con el novillero local, Filiberto Martínez, cuya trayectoria avala el éxito tanto artístico como empresarial (el llenazo está asegurado). Siendo profeta en su tierra, supone la ilusión por redimir el anhelo de gozar con un torero paisano, la gloria de emocionarse con una figura del toreo en ciernes, que no podrá sentirse en el coso de La Caverina por nulidad y desgana en los despachos.
De otro lado, la ausencia de una ganadería señera en Calasparra, "El Cubo", cuya posterior presencia ganaba a pulso cuando allá por el año 2008, levantó una feria abocada al fracaso, ganando, año tras año, todos los premios obtenidos a ley. Y no sólo esos éxitos la respaldan, el señorío, la categoría de una familia ganadera, al frente de la cual, Blas Gómez, un romántico del toro, gran aficionado y mejor persona, tejió un vínculo con la afición calasparreña, merecido y justo. 
El coso de La Caverina, cumplía los objetivos económicos cuando la presencia de ambos fundamentos estaban asegurados y esto, parece no haber importado.
La noticia saltaba como la pólvora entre la afición local, la indignación tomaba portales virtuales y el enfrentamiento estaba servido, el alejamiento con la Comisión se hacía patente.
Conviene recordar que la villa cuenta con aproximadamente 10.000 habitantes y que el coso de La Caverina, alberga, en plenitud, un aforo de 4.200 espectadores. Les aseguro, que las tardes donde se anuncia ganaderías como "Cebada Gago" un histórico en Calasparra, "Dolores Aguirre" o "El Cubo", da gusto sentarse en los tendidos y disfrutar de esa obsequiosa rareza que la actualidad llama "variedad de encastes".
A día de hoy, a sólo unas semanas de las calendas de septiembre, nada sabemos sobre este imprescindible ciclo novilleril, un silencio atróna los oídos de tanta "alma descarriada" cuyo único destino es seguir defendiendo la importancia del Toro.
No se equivoquen, si esa plaza pierde su personalidad, si baja en seriedad, si se pierde el tipo de novillo buscado, MUCHOS lo celebrarán. Pero NINGÚN auténtico aficionado estará entre ellos. 
Fuente.- Gloria Cantero. Colaboradora de la Región de Murcia para De Catafalco y Oro.

1 comentario:

  1. Anónimo9/8/14 23:37

    Para mi, la plaza de toros de Calasparra perdió su credibilidad e identidad cuando hace pocos días se le regaló 4 orejas y 2 rabos a Antonio Puerta, novillero que nunca ha dicho ni dirá nada en el toreo.Realmente fue vergonzoso y vergonzante

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