UNION TAURINA DE ABONADOS Y AFICIONADOS DE SEVILLA
NOVILLOS-TOROS DE JUAN PEDRO DOMECQ PARA RAFAEL CERRO,
TOMÁS ÁNGULO Y GONZALO CABALLERO.
SEIS, PILTRAFAS, SEIS
Piltrafa,
entre otras acepciones, dícese de la persona o cosa que se encuentra en muy mal
estado.
Este
concepto podría aplicarse en la tarde de hoy en la Maestranza a los seis
ejemplares a los cuales aún llaman novillos- toros que se han lidiado. La
ganadería de Juan Pedro se encuentra en tal mal estado que lo mejor sería mandarla
toda ella al matadero y empezar de nuevo.
La
empresa vuelve a tropezar en la misma piedra ofreciendo un producto torista
infumable. Los novilleros aceptan acartelarse con estos animalejos que solo
tienen de novillos su facha exterior, pero que adolecen de cualquier virtud que
al menos les asemejen a esos animales que deseamos los aficionados para
plantear batalla que derive en la emoción propia de nuestra Fiesta.
Esa
expresión que muchos de los que escriben y viven de esto de lo taurino dicen
sobre el toro, “que se dejó”, esta tarde tampoco ni podría aplicarse, porque
fue tan poca la casta y la fuerza de los novillos de Juan Pedro, que su
comportamiento era lo más parecido a la
conducta de una acémila que a un animal con raza y brío que plantea batalla
como es el verdadero toro bravo.
Con este
material no es posible enjuiciar labor alguna de los jóvenes novilleros, si
bien estos y casi todos los de esta época pecan de ofrecer el toreo comercial y
repetitivo sin personalidad que le marcan los tiempos de hoy.
Haciendo
un esfuerzo para destacar algo positivo podemos reseñar la lidia de Jesús
González “El Suso” o los pares de banderillas de Curro Robles, porque la faena
al sexto de Gonzalo Caballero, aunque premiada con una oreja sin petición
mayoritaria, no fue nada relevante, si bien caló algo por la voltereta sufrida
en el primer pase de muleta o por el empuje de la banda de Tejera que continúa
en su labor de restar enteros al prestigio de la plaza.
Insistimos
una vez más en la ausencia de la suerte de varas y el escaso interés de los
toreros en que su ejecución se ajuste a los cánones de una tauromaquia de
verdad, No se puede consentir colocar los novillos entre las dos rayas. No se
puede consentir que estos animales solamente aguantes varas simuladas agravadas
en muchas ocasiones por su pésima ejecución.
A los
toreros les vale, pues nadie le protesta aquí en Sevilla. En Francia o Madrid
no se atreven a tanta burla.
Por
último destacar una vez más la negativa actuación del Presidente, Sr. Salguero,
que en su afán colaborador con el declive de la Fiesta no se atreve a
devolver los tres primeros novillos, inválidos hasta la exasperación, además de
conceder a Caballero en el sexto de la tarde una oreja de pueblo que en cierto
modo se corresponde con el actual desprestigio de la plaza de toros de Sevilla.
Foto: Perez@larcon
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