Se dice, se rumorea, se comenta... Es hora de escribir en negro sobre blanco -en berrendo, como los vega-villares-, la verdadera historia del novillo de Barcial que viajó hasta Las Ventas para ser lidiado este domingo y que, con las mismas, el pasado viernes, regresó a su finca en Salamanca.

La mañana del viernes embarcaron al Barcial grandón, hondo y serio. Cuando llegó a Las Ventas para pasar el primer reconocimiento, los veterinarios le comunicaron al ganadero que ni se molestara en desembarcarlo: por ley, no podían aprobar un novillo que superase los 540 kilos. Y como las adversidades siempre llegan a pares, si el animal bajaba del camión y era rechazado, tendrían que apuntillarlo en la misma plaza al no contar con la Carta Verde, que impide que los toros regresen a sus fincas de origen. Los dueños de Barcial, que son sufridores habituales de este tipo de inconvenientes sanitarios, contaban con un salvoconducto conocido como “Zona de Concentración”, recogido en el BOE. Todo fue, sin embargo, inútil y el equipo veterinario no dio su brazo a torcer: si el novillo bajaba del camión, corría el riesgo de no regresar a Salamanca. Y tras chocar por enésima vez contra el muro de la administración, el utrero berrendo compró su billete de vuelta a la dehesa charra.
De fracaso en fracaso hasta la ruina total, malviven estos ganaderos luchadores y amantes de los toros bravos. No hay que desesperar: visto lo visto, todo puede empeorar. Para algunos, la tostada siempre cae del lado de la mantequilla... por eso hay que perseverar y poner la otra mejilla. ¿Así pretende la empresa de Taurodelta ayudar a los encastes que están al borde de la desaparición? Entre semana, en Las Ventas, celebran edificantes conferencias que luego derriban en cada reconocimiento. La teoría contra la práctica.
Aquí termina la historia real del Barcial viajero que no conoció los corrales de Las Ventas y que, a esta hora, estará mojándose entre preciosas encinas. ¿Habrá influido en su destino que justo antes que él, lidiado en primer lugar, el domingo saldrá al ruedo un novillo terciado -para algunos impresentable- de Partido de Resina? ¿Tendrían miedo los veterinarios de Madrid que el gran y poderoso Vega-Villar hiciese sombra al pequeño utrero que abrirá plaza? Esto ya son suposiciones... aunque, bien pensado, en el equipo veterinario de Las Ventas, ¿no trabaja Javier Morales, hermano del propietario de Partido de Resina? Quién sabe. Pero si una nueva vacada del encaste Vega-Villar viaja al matadero como sucedió con la de Sánchez Cobaleda, y esta vez sin billete de vuelta, que no vengan los llantos. Más hechos y menos palabras.
Fuente.- http://contraquerencia.blogspot.com.es/2012/09/la-verdadera-historia-de-un-barcial-de.html
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