José Andrés Navarro "Andujano". Maestro

 

"Andujano" en una foto retrospectiva

entre los hoy novilleros Adrián de Torres y Luis Olmo

José Andrés Navarro “Andujano” es un Matador de Toros que como su propio apodo indica es de la localidad jienense de Andújar. El maestro “Andujano”, en la actualidad está retirado de los ruedos por circunstancias profesionales debidas a una grave lesión que le obligó a dejar el ejercicio de la profesión, pero esto no es óbice para que siga vinculado al mundo de los toros y ejerza como profesor de otros chavales que, llenos de ilusión, intentan llegar a ser toreros.

El maestro “Andujano” ha visto recompensada su labor pedagógica con la elección de uno de sus alumnos, Curro Moreno, que intervendrá en los tentaderos de selección que se celebrarán entre la provincia de Salamanca y Cercedilla (Madrid) durante este mes y el de febrero, para determinar quienes formaran esa terna que hará el paseíllo en la mirobrigense Ciudad Rodrigo donde en buena lid hará lo que esté en sus manos para llevarse el honor y alzarse como triunfador del conocido “Bolsín Taurino” que anualmente se celebra en la referida localidad salmantina.

Los alumnos suelen acudir a los tentaderos, ya que además de poder aprender de los maestros que realizan la faena de tentar a las becerras, tienen la oportunidad de torear una vez finaliza el torero de turno. Por tal motivo el pasado sábado tuve el honor de coincidir en un tentadero celebrado en la Finca “El Cotillo” propiedad de Juan Collado Ruiz con el maestro “Andujano”, una tarde donde reinó la torería desde la llegada a esta bonita finca hasta que bien entrada la noche tomábamos el camino de regreso.

Los matadores invitados al tentadero fueron Juan Antonio Millán “Carnicerito de Ubeda” -motivo de mi presencia- Francisco Torres Jerez y Alberto Lamelas. Los tres matadores brillaron a gran altura en una lidia puramente campera donde el aficionado pudo apreciar una buena colocación de las reses ante el caballo para realizar la suerte de varas, prueba fundamental en esta clase de tarea campera, para después realizar unas faenas compuestas de toreo del bueno, algo que a buen seguro tomarían buena nota los aspirantes allí presentes.

En esta ocasión tuvieron la oportunidad de probarse ante las becerras Pedro Gallego de la localidad de Torreperogil, que era la primera vez que se ponía ante una res. Carlos Aranda, un chaval de Daimiel que lleva dos años recibiendo clases del maestro “Andujano” y que cada vez que viene a recibir las mismas, lunes y miércoles, recorre 400 km, amén de los viajes que hace para acudir a cualquier tentadero donde tiene oportunidad. Nos informa el maestro que el año que viene podremos ver a este alumno debutar ante el público.

Del mismo modo pudimos ver a Francisco Javier Serrano Muñoz, un novillero linarense que recibe clases del mismo profesor y que en esta ocasión he visto mas cuajado.

Capítulo aparte merece la joven promesa baezana Curro Moreno, varios años ya siendo alumno del maestro “Andujano” y que ha sido como anteriormente he apuntado, seleccionado para optar al Certamen del Bolsín Taurino mirobrigense.

Todos los alumnos demostraron -como tiene que ser- las ganas de ser toreros, algo importantísimo y fundamental para quien quiera optar a ocupar un puesto en este difícil mundillo taurino. Atentos a los consejos que el maestro “Andujano” les iba dando en todo momento, pudimos ver pasajes de buen toreo de manos de unos chavales que aunque inexpertos, dejaron claro qué quieren ser.

Muchas veces lo he dicho ¡qué importante es el campo! Particularmente disfruté junto a José Andrés cuando aconsejaba a los chavales sobre la manera de andar frente a las becerras, la torería que hay que poner cuando caminando hacia la cara de las mismas se va realizando con estilo la armonía del cuerpo y la muleta, parando en el instante preciso para habiéndose ido colocando en el lugar preciso, citar y esperar la acometida del bello animal para sin dudar, acompañar la embestida y llevarla al lugar preciso para ligar el siguiente muletazo ¡que belleza señores! Unas lecciones las del maestro “Andujano” que les puedo asegurar me han servido también personalmente.

Desde estas líneas, le deseo al maestro “Andujano” tenga su representante, el novillero baezano Curro Moreno, toda la suerte del mundo y que podamos verle triunfar en esa preciada final del “Bolsín Taurino” de Ciudad Rodrigo, pues no hay duda que del mismo modo será un triunfo para él, que también se lo merece por lo que está dando a este bonito, aunque a veces, la mayor de las veces, desagradecido mundo del toro.

Aunque mi labor informativa, dadas las actividades taurinas donde tengo ocasión de asistir, se llevan y además con gusto, gran parte de mí tiempo libre, de mi vida; siempre tendré el tiempo necesario y que se merecen tanto el maestro “Andujano”, sus alumnos y a quienes representan. Pues mejor que nadie saben que soy buen vasallo, porque en esto de lo taurino hay que serlo, pero solo y únicamente si hubiere buen señor, en este el Toreo, a quién con mucho gusto sirvo; y porque eso es lo que hubo en tan espléndida tarde, solo por eso, y por usted maestro, he escrito. Enhorabuena toreros.

Por ello; no quisiera dejar en el tintero que mi presencia en ese tentadero, no fue debido a información o invitación por parte de la entidad a quien representan los aquí nombrados, sino sencillamente a mi celo para con la información y su comentar crítico sobre la Fiesta; invitación que tampoco hubiere estado de más, pero las circunstancias concurrieron de tal forma que mi presencia resultó inevitable. De todos modos y muy gustoso paso a la luz de la letra impresa y digital -obligados profesionales no lo hacen- lo acontecido en esas inigualables faenas de campo; sobre todo, para que la actividad de las escuelas, sus directivos, alumnos y maestros no pasen desapercibidas. Y para que los confundidos sobre la importancia del buen yantar, no les desvíe del auténtico fin de nuestras obligaciones -las mías y las de sus dirigentes-  sepan que la docencia es para servir y aportar savia al Toreo, lo más importante. El dinero contamina y “el jamonazo” por igual.