Esta es la palabra justa de cómo estuvo la nueva promesa ubetense Juan Reyes en su presentación ante sus paisanos, sobrado.
Cuando un torero está sencillamente genial no hacen falta muchas palabras para definir la faena que le hemos apreciado, por ese motivo decir que el torero ubetense Juan Reyes podía presentarse perfectamente con caballos cuando lo estimase oportuno; y dicho sea de paso tendríamos la oportunidad de tener otra promesa en ciernes, ésta sin picadores y que es muy posible que el año que viene del mismo modo podamos verle debutar.
Dicho esto, a la actuación de Juan Reyes no podemos ponerle ningún pero. El ganado de los Herederos de Flores Albarrán, nobles, bravos y con una calidad excelente que posibilitaron un gran triunfo al torero ubetense. Le vi muy tranquilo, sereno y lo que es más importante, torero y dando importancia a lo que estaba haciendo. He visto a otros muchos novilleros que como Juan Reyes, al tener delante a un oponente que se le queda pequeño, lo que realizan delante de la cara del animal, ellos mismos le quitan importancia, trasmitiéndolo del mismo modo al público. No ha sido el caso de Juan Reyes, y eso es algo a tener en cuenta en un novillero que prácticamente está empezando.
Me cuentan y me apena no haber podido verlo; Juan Reyes llegó a la Plaza a pie acompañado de su cuadrilla en lugar de hacerlo en vehículo, detalles señores, detalles que en el mundo de los toros son conceptos tan importantes como la faena que pueda ejecutarse en el ruedo; detalles que por otra parte no son de extrañar si estamos en una ciudad que por sí misma está cargada de detalles.
Reyes estuvo con el capote realmente templado, jugando con armonía brazos y cintura, acompañando con buen compás las suaves y templadas embestidas de los novillos sin agobiarlos en ningún momento. La gracia, esa gracia de la que tanto adolece el toreo moderno, supo ponerla este torero tanto en los lances de capote como en los remates con el mismo.
De muleta estuvo sensacional, comenzó las faenas a media altura para poco a poco y conforme avanzaba la lidia, ya que el novillo se lo permitió, citar a este para conforme alargaba el muletazo ir bajando la mano y llevárselo muy templadito atrás, a la cadera, girando la cintura y quedando colocado para el siguiente muletazo y tirar de la res.
Además de lo dicho, agregar que vi a un torero con un concepto del toreo muy distinto al que habitualmente salvo excepciones, estoy acostumbrado a ver en muchos de los “operarios” que mandan los dirigentes de esas fábricas llamadas Escuelas Taurinas. Aquí vuelvo a repetir, no se puede engañar a nadie, posteriormente y si se tiene suerte de llegar a alcanzar un puesto digno en el escalafón de matadores, habrán de enfrentarse al de la frente rizada, y este; que no perdona errores salvo que sea de la factoría J.P, puede avisar siendo benévolo, si no lo es, y esto no es ninguna broma, en este oficio la vida está en juego.
Bien Juan Reyes, buenos cimientos tiene, que sobre ellos vaya forjando una buena obra. Puerta Grande merecidísima para esta nueva promesa.
Fotos.- Juan Antonio Soria Arias y Juan Muñoz
El paseíllo
Iniciando la Chicuelina
Chicuelina de Juan Reyes
Brindis a Antonio Gámez, su mentor
En un ayudado por alto muy torero
Inicio al natural
Perfilado para matar
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