Plaza de Toros de Sabiote. Se celebró la corrida de
la Feria de San Ginés de la Jara. Seis toros de la Ganadería de Soto de la
Fuente. Excelentemente presentados pero sin fondo, ni casta y muy flojos.
Andy Cartagena.- Dos orejas y dos orejas y rabo.
David de Miranda.- Silencio en ambos.
Pablo Aguado.- Saludos desde el tercio y una oreja.
Los dos únicos toros que demostraron bravura o por
lo menos celo en el caballo fueron los lidiados por el rejoneador Andy
Cartagena.
El resto de los toros lidiados no dieron opción
alguna a los toreros que estuvieron firmes y con ganas en todo momento.
ANDY CARTAGENA.- Excelente estuvo
el rejoneador alicantino en el primero, un toro noble y con celo en todos sus
tercios.
Todo un espectáculo de torería y poder ante un buen
toro. Cites de frente elevando la cabalgadura y saliendo toreando con el
costado del caballo.
Estocada en todo lo alto que hace rodar al toro sin
puntilla, Andy arrollador.
Dos orejas premian su labor y aplausos al toro en el
arrastre.
En su segundo llega la apoteosis. Un toro con celo
en el caballo y nuevamente el jinete coloca y rejón de castigo y demuestra en
este tercio una excelente doma y temple en sus cites y encuentros con el toro.
Andy saca al toro del tercio toreando de costado y
llevándolo muy encelado y pegado al caballo.
Un Andy acertado al clavar y muy torero toda la
tarde, porque en verdad eso es lo que ha hecho, torear a caballo.
Excelente en cortas y nuevamente rejón de muerte arriba.
El público entusiasmado con Andy Cartagena que solicita los máximos trofeos y
éstos, son otorgados por la Presidencia. Dos orejas y rabo para su esportón.
DAVID DE MIRANDA.- Aquí empieza
a cambiar la tarde.
Tiempla bien con el capote a este bien presentado ejemplar
de Soto de la Fuente, rematando el saludo capotero con media verónica de
cartel.
El toro es noble pero flojísimo de los remos
traseros. Intentos con la muleta del torero ante un verdadero marmolillo a
consecuencia de su debilidad. Imposible hacer faena. Nuevamente silencio para
este grandioso torero.
En su segundo, otro toro que sale sin posibilidad de
dejar estirarse al torero con el capote. David lo lidia y remata con una
revolera.
Toro flojo y de poco recorrido donde el torero
onubense pone todo y llega a conseguir pases templados pero imposibles de
ligar. No hay material. Toro malo sin fondo y sin casta.
Media estocada arriba y descabello. Una pena que un
torero con ganas de triunfo se haya encontrado con este material ilidiable.
Silencio.
PABLO AGUADO.- Veníamos de
haberle visto cortar una oreja en la Feria de Baeza y dejar un personalísimo
sello de buen toreo, pero al igual que su compañero de cartel se estrelló ante
los de Soto de la Fuente.
Así y todo Pablo Aguado estuvo templadísimo con el
capote, cerrando la serie con media verónica de buen corte.
Mal puyazo al toro que le cae en la paletilla y sale
renqueante y con mucha flojedad.
La faena de muleta es brindada a David de Miranda.
Faena basada en el pitón izquierdo ante este flojo animal en el que Aguado
espera, le da su tiempo y saca algunos notables naturales.
Noble el toro, si, y un Aguado que ha inventado una
faena templada y notable dentro de las posibilidades que ofreció este toro.
Nada reprochable al torero sevillano que mata de estocada arriba algo tendida
que necesita de golpe de verduguillo. Saludos desde el tercio.
En su segundo, otro toro de excelente presentación.
Poco puede hacer de capote el torero y en el caballo se le pone un puyacito que
ni para un análisis.
Toro flojo en la muleta y Aguado en línea recta y a
media altura ejerciendo de enfermero consigue pases cortos pero notables sin
obligar al toro que a la mínima claudicaba ante el albero.
Estocada arriba algo tendida y verduguillo. Una
oreja es el premio a su labor.
CALEIDOSCOPIO
PERSONAL
Me duele en el alma tener que escribir así, pero en
realidad a Sabiote se la acabó el dicho de que “AÚN NOS QUEDA SABIOTE”. Corrida
flojísima y sin opciones para los toreros.
Muchas cosas y muchos detalles que hay que tener en
cuenta ocurrieron en esta Plaza de Toros que ha sido santo y seña para el
aficionado que le gusta ver al toro bien presentado.
Si, en eso no podemos reprochar nada, la corrida
salió excelentemente presentada pero fueron cuatro toros, los lidiados a pie
que no tuvieron más que mucha nobleza, pero aún en más grado estuvo su falta de
fuerza y su falta de casta.
Como dice la Santa Biblia en un pasaje de San Mateo,
fueron como sepulcros blanqueados, relucientes
por fuera, pero llenos de podredumbre repugnante y vomitiva en su interior.
El aficionado salió de la coqueta
Plaza de Toros, aburrido y decepcionado ante semejante comportamiento y estado
de las reses, sin opciones.
Siempre lo he defendido y seguiré
defendiéndolo, estas plazas son para toreros como los que actuaron, toreros
jóvenes, toreros con ganas de triunfo, toreros que lo dan todo y eso el
aficionado de Sabiote supo comprenderlo y no hubo el mínimo reproche a los
toreros; pero sí lo hubo ante unos toros que aunque excelentemente presentados,
como digo eran sepulcros blanqueados, mucha vistosidad por fuera pero
enteramente vacios por dentro de lo que un toro bravo tiene que tener, poder,
fuerza, recorrido; y señores, cuando esto ocurre, cuando el principal
protagonista de la Fiesta, el Toro bravo falla, la Fiesta se hunde, la Fiesta
entra en decadencia, la Fiesta ya no es Fiesta sino un simulacro que nadie, ni
el más mínimamente aficionado a los toros, consiente y queda totalmente
decepcionado; y así salió el aficionado de la tarde en Sabiote.
Me da pena, de verdad, primero por
mí mismo, porque siempre he defendido esta clase de carteles en este tipo de
plazas para toreros como los anunciados, toreros que buscan esa oportunidad de
poder torear e ir subiendo peldaños poco a poco para alcanzar sus sueños ya que
los de arriba no les dejan dar ni paso; y los toros me hayan dejado peor que
Cagancho en Almagro. En segundo lugar a un joven empresario, bueno y honrado a
la vez, el cual prepara con tanto amor una corrida de toros para el aficionado
de verdad, le falle la ganadería que con toda seguridad habría puesto todas las
esperanzas y garantías de triunfo, pero todo se truncó debido a las condiciones
pésimas de los toros. Y en tercer lugar a unos toreros que han venido con toda
las ilusiones puestas para al final no poder ofrecer lo que llevan dentro.
De otro lado decir, porque ya han
sido en dos ocasiones las que he puesto el puyazo a la falta de cumplimiento de
los detalles taurinos, algo que hay que tener muy en cuenta, que tanto a los
profesionales en el ruedo como el público en general, se les faltó el respeto e
incluso yo diría más, fueron maltratados por esa falta puesta en el no
cumplimiento de los detalles taurinos. Esta tarde en Sabiote pareció haber
estado en la tarde más lúgubre de un día de invierno en la capital londinense.
La falta de riego del redondel ocasionó con toda seguridad precisamente una
falta de seguridad en los profesionales al levantarse un polvorín que cubría
ruedo y tendidos de la plaza, señores, hay que cuidar estos detalles
fundamentales, en esas condiciones es
imposible o al menos muy difícil estar delante de un animal que por muy poco
fondo, con muy poca raza, con muy poca fuerza, poquísima, también te puede
matar.
Lo siento pero este año la Feria de
Sabiote ha perdido todo el encanto que le antecedía y precisamente debido a la
falta del Toro, ese grandioso icono que hay que cuidar más que ninguna otra
cosa.
No quiero echar tierra a nadie, ni
empresario, el cual como he dicho me consta su honradez y disposición, ni al
ganadero, que más hubiera querido él, no ver a sus toros en esas paupérrimas
condiciones y ni mucho menos a los toreros, los cuales como ustedes
comprenderán, sin material no puede hacerse absolutamente nada.
Paso anodina la tarde y solo queda
esperar que para la próxima feria se tenga en cuenta lo ocurrido y todos,
absolutamente todos pongan el suficiente empeño para que Sabiote vuelva a lucir
ese dicho que como he dicho, quedó emborronado. Y es que Sabiote se merece el
dicho “Aún nos queda Sabiote”.