Plaza de Toros de navas de San Juan. Tarde muy
calurosa. Se lidiaron seis extraordinarios novillos, bravos, nobles y
encastados. Al tercero, nº 10 de nombre “Salado” se le premió con la vuelta al
ruedo.
Actuaron los novilleros:
Daniel Barbero, de Ávila.- Ovación en ambos.
Gómez Valenzuela, de Pegalajar.- Oreja y oreja.
Rubén Fernández, de Arganda del Rey.- Dos orejas y
ovación.
DANIEL BARBERO.- Daniel
Barbero ha vuelto a ser el novillero que vimos en el mes de junio en las
Fiestas de San Juan. Buen toreo a la verónica y una revolera de recibo para
rematar en su primero, un novillo que ha ido largo y con cadencia en el capote.
En la muleta el novillo sigue mostrándose noble y es
por el pitón derecho, el mejor del animal, por donde el abulense realiza una
faena templada y de un corte auténticamente castellano ya que por el pitón
contrario prueba varias veces y es imposible ligar faena.
La espada no está de su parte y es ovacionado por el
buen toreo realizado.
En su segundo vuelve a capotear con clase a un
novillo que va largo, templado, humillado y enrazado, para mí el mejor novillo
de la tarde a pesar del premio de vuelta al ruedo al tercero de la tarde.
Toreo de muleta muy asentado ante un novillo
repetidor y extraordinario, faena que llega con fuerza al público, ya que
cuando hay raza en el principal protagonista es cuando la Fiesta llega a ese
estado de gracia que solo en nuestra Fiesta se produce.
Faena seria, larga, con clase, con torería, el
torero Daniel Barbero ha superado un examen con nota de matrícula de honor pero
la “Tizona” no quiso pasar de Burgos y esta tarde a pesar del extraordinario
toreo de Barbero, ese toreo de verdad, ese toreo de pellizco castellano, serio
pero con mucha fuerza se ha quedado huérfano de triunfo a causa de la espada,
vuelve a ser ovacionado.
GOMEZ VALENZUELA.- El torero de
Pegalajar no baja el listón en su toreo de capa, es un torero que acompasa muy
bien brazos y cintura en el recibo de sus novillos y tiene la peculiaridad que
carga siempre la suerte, algo que cada día vemos menos y este torero realiza
con mucha naturalidad.
Recibe de muleta a su primero con doblones por bajo
muy toreros para sacarlo de tablas y comenzar a torear a un novillo con
nobleza, encastado, un novillo de esos que pide los papeles para estar frente a
él. Gómez Valenzuela no se amilana y planta cara a este novillo exigente, que
si bien por ese comportamiento una pizca picante, le cuesta al novillero ligar
las tandas, pero demuestra quietud y temple en los muletazos realizados.
Estocada al encuentro y una oreja es el premio a su labor.
En su segundo, Gómez Valenzuela vuelve a estirarse a
la verónica ganando terreno al novillo y saliendo del tercio toreando con
gusto.
Otro novillo al que el pegalajeño en su faena de
muleta del mismo modo que en el anterior ha estado muy templado ante la cara de
un novillo con clase, encastado y humillando hasta llegar a hacer surcos en la
arena. En este novillo al que he visto más difícil que su primero dado ese
punto de casta al que llaman picante, lo cual creo no debe de faltar, el
novillero ha estado más firme, el novillo ha ido a más y el novillero ha estado
a la altura, volviendo a cortar una oreja.
RUBEN FERNANDEZ.- El novillero
madrileño recibe de larga cambiada en el tercio a su primero, un novillo que va
largo y con nobleza.
Vemos a un torero muy a gusto en la cara de este
buen novillo que va a más conforme va pasando la faena de muleta, novillo
enrazado, noble, con clase y una humillación que hace posible que el toreo sea
profundo.
El novillo es premiado con la vuelta al ruedo y el
novillero corta dos orejas a este gran novillo de nombre “Salado” y marcado con
el número 10.
En su segundo novillo Rubén Fernández vuelve a
recibir al novillo de hinojos pero esta vez con faroles, este es un torero que
gusta del riesgo por lo que he podido apreciar. Faena de muleta basada en ambos
pitones. Este novillo del mismo modo que sus hermanos de camada, resulta bravo,
con clase y muy enrazado. Como digo Rubén es un torero de riesgo y remata las
series con “talavantinas”, circulares por la espalda e incluso pases cambiados
del mismo modo por la espalda, en este novillo llega mucho al público pero el
fallo a espadas impide ser premiado y es ovacionada su labor.
Quiero finalizar diciendo que en Navas de San Juan y
en Pegalajar, plaza la cual regenta el mismo empresario, Antonio Coronado; son
de las Plazas donde se han gestionado los festejos como realmente gusta al
aficionado. Primero, los novillos a lidiar los ha elegido el propio ganadero,
segundo, por declaraciones del mayoral las reses han ido a la Plaza totalmente
íntegras y en tercer lugar y más importante, que esta empresa vuelve a
contratar a los toreros que triunfan la tarde que hacen el paseíllo; claro
ejemplo es el de Daniel Barbero, un torero de Ávila, el cual en la pasada Feria
de San Juan estuvo sensacional. Del mismo modo hablamos de Gómez Valenzuela, el
cual ha vuelto a hacer el paseíllo la tarde del sábado y hoy domingo vuelve a
hacerlo en su pueblo natal, Pegalajar.
Desde aquí nuestras felicitaciones a ambos, ganadero
y empresario, sin olvidar por supuesto a D. Joaquín Valenzuela (P.S.O.E.) y D.
Juan Merino (P.P.), alcaldes de Navas de San Juan y Pegalajar respectivamente;
quienes son un claro ejemplo de gobernabilidad para todos, demostrando que hay
que gobernar para el pueblo, subvencionar al igual que se hace con otras
actividades festeras la Fiesta de los Toros, independientemente de su ideal
político. Pienso que ese es el camino ideal, democrático y de buen talante que
hay que demostrar.
¡Enhorabuena a todos! Porque de esa manera no solo
gana el aficionado sino la más principal, nuestra Fiesta de Toros.