Tras el lleno del sábado en la entretenida tarde de
rejones con forcados incluidos donde el público asistente pasara una tarde
emocionante ante algo que era novedad en esta Plaza, se celebro ayer el segundo
de los festejos programados en esta Feria Taurina de Sabiote. Tarde de expectación
con un rotundo “lleno hasta la bandera”.
¡Si, a los Toros!
Por supuesto que si
D. Francisco Miralles, Alcalde de Villacarrillo
siempre apoyando la Fiesta
Se lidiaron Toros de D. Sancho Dávila, correctamente
presentados, nobles y de buen juego en términos generales, 2º, 3º y 4º
aplaudidos en el arrastre; para los diestros David Fandila “El Fandi”, Daniel
Luque y Juan Ortega.
El ganadero Sancho Dávila
tomando buena nota de sus pupilos
¡Vamos p,alante, toreros!
DAVID FANDILA “EL
FANDI”:
El torero granadino ofreció como es costumbre todo su conocido repertorio a los
asistentes al festejo. Largas cambiadas de recibo a ambos toros, buenos y
templados lances de capa, rotundo éxito en el Tercio de Banderillas colocando
pares de poder a poder y violín que fueron jaleados enormemente por el
respetable. Buenos quites a ambos toros, destacando las Lopecinas al lidiado en
cuarto lugar y petición del público de un cuarto par de banderillas que Fandi
ofreció al violin.
Faenas de muleta donde hubo pasajes de buen toreo,
templando y llevando al toro muy embebido en la misma hasta el final del
muletazo. Su primer toro se quedaba corto en el recorrido y Fandi tuvo que
ejecutar tandas reducidas, falla a espadas y saluda desde el tercio.
En su segundo, un toro de más genio, vimos a un
Fandi valiente y luchador ya que no quería perder la Puerta Grande, llegando el
toro a rajarse al final de la faena, pero eso no fue óbice para que el torero
granadino cortara las dos orejas.
Fandi, firmando el manifiesto
DANIEL LUQUE: Cinco
verónicas largas y templadas sin mover un ápice los pies del albero fue la
carta de presentación de un torero que ya apuntó que venía por todas y no si
incluso pensar que a ganarse un puesto en la Feria de Úbeda dado que son los
mismos empresarios quienes organizaron este año la Feria de Sabiote, claro está
que desconozco los pensamientos del torero sevillano, pero si es así, bendita
mentalidad de los toreros si volviésemos a esa antigua situación de ganarse los
contratos.
Luque dio en su primero una dimensión de torero
grande, un toro noble este de Sancho Dávila, al que aun quedándose corto por el
pitón izquierdo, Luque se empeña en torear por ese pitón hasta que lo somete y
saca unas tandas templadas y de mucha torería, terminando por torear por ambos
pitones en fases donde el torero casi se funde con el toro entre los pitones.
Estocada entera de libro. Dos orejas es el premio a su intensa y entregada
faena. Toro que es aplaudido en el arrastre.
Su segundo, un toro de distinta condición que echa
las manos por delante en el capote, queda parado en la faena de muleta, flojito
y probón en sus embestidas. Luque cumple con este toro, lo saca a los medios y
saca todo lo que tiene dentro el toro a base de entrega. Pinchazo hondo y
descabello, es premiado con una oreja.
JUAN ORTEGA: Este torero
considerado de la tierra por la vinculación ganadera con una de las mejores
ganadería habidas en la provincia de Jaén volvió a demostrar las ganas de ser
torero con ese sello tan particular que le caracteriza. Juan es un torero para
verle desde que entra por la Puerta de Cuadrillas, persona educada y atenta,
saludando a los aficionados y cediendo fotografía a todo quien se lo solicita;
con un andar y saber estar tan torero que se identificaría como tal hasta
vistiendo de calle.
¡Qué bien volvió a torear Juan esta tarde en
Sabiote! Me quedo con unas palabras de un vecino de localidad quien dijo que
Ortega tenía ese aroma antiguo que ya no se ve en las Plazas de Toros cuando
paseaba los trofeos conseguidos con ese capote de brega arrastrándolo abiertamente
como la cola de un pavo real en señal de triunfo.
Juan volvió a deleitar a los aficionados en Sabiote
como hiciera el pasado día catorce en la Feria de Baeza. Toreo de sentimiento,
toreo con verdad. Toreó magistralmente de capote, muy templado, realizó unos
vistosos quites a ambos toros, pero señores, Juan nos regaló dos tandas de
naturales en el último de la tarde que paró los relojes como suelen decir ¡qué
maravilla! ¡qué cadencia! ¡qué suavidad! ‘que elegancia!, y sobre todo, que
entrega la de un torero joven y que aún no lleva un año de alternativa. Una
oreja en cada uno de sus oponentes fue el premio de una afición entregada en
una tarde llena de matices y colorido. Sabiote sigue en racha, que no cambie su
actitud taurina.
Tarde tiunfal en Sabiote
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