Por Pepe Castillo Abreu
Miguel Mejías “BIENVENIDA y Pepe Castillo Abreu
Miguel
Mejías “Bienvenida”, “Para mi el Tio Antonio era dios, tenía una
afición absolutamente desmedida, y lo sabía todo del toreo. Mi corta
pero intensa historia en el toreo comenzó cuando el tío Antonio me vió
torear por primera vez, siendo yo un niño, en una película de las de
entonces de “super 8″, y creyó ver el cielo conmigo…
Miguel Mejías “BIENVENIDA, regaló a Murcia “Bienvenidismo” en estado puro”
Pepe Castillo Abreu / Fotos.- Prensa-CTMU Y TNM.
MURCIA. Miércoles, 6 Mayo 2015.
Va para cinco años que Miguel Mejías -10º de la Grandiosa Dinastía Bienvenida- estuvo en Murcia, fue durante la Feria Taurina de Murcia de 2010, donde acompañado por la plana mayor del Circulo de Amigos de La Dinastía Bienvenida -Fernando Claramunt, Juan Lamarca y el gran periodista de Tendido Cero de TVE Javier Hurtado, dieron brillantez al programa de los “Aperitivos Taurinos” que organiza el Club Taurino de Murcia.Quién firma este crónica, compartió con ellos aquellas dos entrañables jornadas, y ayer tuve el honor y el privilegio de presentar a Miguel Bienvenida en un “Lunes Taurino” que queda para la historia grande del Club, y para deleite de los que tuvimos la gran suerte de escuchar a un hombre que hizo “Gala de la Más Pura y Aténtica Esencia Bienvenidista”.La conferencia-coloquio se desarrolló bajo las pautas de la exquisita educación que acompañan a Un Bienvenida, su cordialidad, cercanía con todos y, desde luego, simpatía y ocurrencias que encantaron, emocionaron y divirtieron.
Va para cinco años que Miguel Mejías -10º de la Grandiosa Dinastía Bienvenida- estuvo en Murcia, fue durante la Feria Taurina de Murcia de 2010, donde acompañado por la plana mayor del Circulo de Amigos de La Dinastía Bienvenida -Fernando Claramunt, Juan Lamarca y el gran periodista de Tendido Cero de TVE Javier Hurtado, dieron brillantez al programa de los “Aperitivos Taurinos” que organiza el Club Taurino de Murcia.Quién firma este crónica, compartió con ellos aquellas dos entrañables jornadas, y ayer tuve el honor y el privilegio de presentar a Miguel Bienvenida en un “Lunes Taurino” que queda para la historia grande del Club, y para deleite de los que tuvimos la gran suerte de escuchar a un hombre que hizo “Gala de la Más Pura y Aténtica Esencia Bienvenidista”.La conferencia-coloquio se desarrolló bajo las pautas de la exquisita educación que acompañan a Un Bienvenida, su cordialidad, cercanía con todos y, desde luego, simpatía y ocurrencias que encantaron, emocionaron y divirtieron.
Para
empezar, y tras el saludo de Alfonso Avilés, me cedió la palabra para
presentar al ilustre protagonista, y, naturalmente, aproveché para
rememorar las virtudes y ejemplaridad, dentro y fuera de los ruedos, de
la Dinastía Bienvenida; desde el “Papa Negro” Manuel Mejías Rapela,
abuelo de Miguel, y todos muy vinculados a Murcia, especialmente a
Cartagena, donde toreó elPatriarca en sus comienzos, y dejó su
imborrable huella y ejemplo de solidaridad en el año 1906, cuando donó
sus honorarios íntegros a las victimas del naufragio del “Sirio”; fue
cuando en una triunfal tarde en la tristemente desaparecida Plaza de
Toros de Cartagena, alternando el día después de la tragedia marítima
junto a las Islas Hormigas, 5 de agosto de aquel año, junto a Lagartijo
chico y Machaquito. Tras aquella triunfal tarde el Papa Negro y en gesto
torero que caló hondo entre los cartageneros, quedando el Papa Negro
ligado para siempre a Cartagena. Se le concedió el titulo de “Hijo
Adoptivo de Cartagena” y la Medalla de Oro de la Virgen de la Caridad.
Después, ya cortada su ilusionante carrera por dos graves cogidas, y,
siendo su anfitrión en Cartagena, quién fue su gran amigo, el Dr.
Eduardo Bonet, gran aficionado a los toros y al flamenco, además de
poeta; lo que propició que fueran varias las ocasiones en que los
jovencitos “Bienvenida” torearan en Cartagena. Llegó elDr. Bonet a tener
también una gran amistad con Antonio Bienvenida, fueron como hermanos
(ver prólogo de Antonio Bienvenida en el libro del Dr.Bonet“En el tablao
y en el ruedo”).
El
Club Taurino de Murcia, luce en su sede un auténtico tesoro de
reliquias de la Dinastía, que el Dr.Bonet donó al Club,siendo presidente
el recordado y querido Manuel González.
Miguel
Mejías no se guardó nada, derrochó generosidad, y, habló sin reparos de
su intensa pero corta y apasionante carrera. Y comentó: “Con mi tio
Antonio tan solo pude estar ocho meses, que fueron muy intensos, estaba
loco conmigo; pero sucedió en un día de campo con toda la familia, fue
el trágico accidente en la Finca de Amelia Perez Tabernero, y aquello
nos dejó a todos sumidos en el dolor, fue algo tan duro que diluyó todo.
Mi padre, sumido en la pena envejeció cinco años en cinco meses….”
Y continuó Miguel: “Después de aquello estuve toreando tres años, con mayor o menor fortuna, pero eso sí, muy voluntarioso. Si el hijo de una figura del toreo lo tiene complicado, yo lo tuve aún más dificil, porque a la fuerte presión del público, tenía que sumarle tener una pirámide delante. Porque yo , ¿que iba a tener? la gracia, la alegria, el amor propio y ese carácter que tenía el tío Manolo. La sabiduría, la facilidad, ese conocimiento innato y ese dominio en todas las suertes que tenia el tio Pepe. Que iba a tener la elegancia, el señorío y la casta del tío Antonio. Yo que iba a tener la gracia y el arte y señorío que tenía mi padre. Yo que iba a tener el valor, la fuerza de voluntad, y esas ganas y esa forma de banderillear de mi tío Juan. Claro, es que me pusiera como me pusiera lo tuve imposible”. Pero declaró con emoción y orgullo, que no se quejaba de mala suerte en su caso. Entonces se refirió que tener que dejar los ruedos tras su grave percance toreando en una finca en Salamanca, cuando ya estaba quitado, le propició la gran suerte de volver a la casa paterna y estar junto a su padre los dos últimos años de su vida, y los tres últimos de su madre. Y eso para el fue la gran recompensa, haberlos podido, por ese motivo, disfrutar hasta el final. Fueron muchas las bonitas anécdotas que descubrió Miguel Bienvenida, recordó con desbordante ilusión el día que hizo el paseíllo en Las Ventas en Madrid, y otros tantos festivales donde tuvo actuaciones muy dignas, llegando en ocasiones a cortar más trofeos que sus ilustres compañeros de cartel. Porque con orgullo y mucho respeto a los grandes profesionales, para él ha sido un honor hacer paseíllos junto a Dámaso, Manzanares (padre), Curro Vázquez, Espartaco, Litri, etc. Y de un gran festival en Trillo en el que él participó cortando dos orejas, no olvidará el brindis precioso que le hizo Espartaco, a quién le tiene gran admiración, por lo grandioso que es como torero y lo bellísima persona que es. Dijo también: “El gesto de más valor que he tenido fue el de quitarme del toro en su momento, y de no ser un amargado, no hablar del toro con amargura ni dolor. Si aprendí en mi familia el respeto por todos los profesionales, y sobre todo el amor que había hablando de toros”.
Descubrió Miguel que tiene por ahí haciendo cositas a un joven “Bienvenida”, pero sólo por afición y para divertirse, se refería a Gonzálo, nieto del Maestro Antonio Bienvenida, es el que le hace ir de un lado para otro para que lo vea torear y le corrija los defectos, pero tiene claro que torea por su gran afición y para divertirse. Ahora he acompañado a Gonzálo en Quito donde ha matado el gusanillo.
También destacó Miguel, la importante labor que se viene haciendo por la cultura taurina desde el Circulo Taurino de Amigos de la Dinastía Bienvenida, desde Madrid y en las distintas Delegaciones del Círculo que hay en Hispanoamérica.
Fue una fugaz gratisima hora, realmente inolvidable, donde con “UN BIENVENIDA” hubo derroche de TORERÍA.La sorpresa final de la noche para todos fue la presencia entre el público de Juan Mejías, hijo de Juan Bienvenida, el menor de los hijos del Papa Negro, y que reside en Cartagena desde hace años. Finalizó Miguel Bienvenida con palabras de admiración, gratitud y cariño para todos los Toreros Murcianos, para Nuestra Afición y, por supuesto, para el Club Taurino de Murcia. Y se despidió Miguel a lo General MacArthur: ” ¡¡ Me marcho, pero volveré… !!”.
Cerrada fue la ovación de los murcianos que se llevó a Madrid Miguel Mejías Alvarez-Buylla “BIENVENIDA”.
Y continuó Miguel: “Después de aquello estuve toreando tres años, con mayor o menor fortuna, pero eso sí, muy voluntarioso. Si el hijo de una figura del toreo lo tiene complicado, yo lo tuve aún más dificil, porque a la fuerte presión del público, tenía que sumarle tener una pirámide delante. Porque yo , ¿que iba a tener? la gracia, la alegria, el amor propio y ese carácter que tenía el tío Manolo. La sabiduría, la facilidad, ese conocimiento innato y ese dominio en todas las suertes que tenia el tio Pepe. Que iba a tener la elegancia, el señorío y la casta del tío Antonio. Yo que iba a tener la gracia y el arte y señorío que tenía mi padre. Yo que iba a tener el valor, la fuerza de voluntad, y esas ganas y esa forma de banderillear de mi tío Juan. Claro, es que me pusiera como me pusiera lo tuve imposible”. Pero declaró con emoción y orgullo, que no se quejaba de mala suerte en su caso. Entonces se refirió que tener que dejar los ruedos tras su grave percance toreando en una finca en Salamanca, cuando ya estaba quitado, le propició la gran suerte de volver a la casa paterna y estar junto a su padre los dos últimos años de su vida, y los tres últimos de su madre. Y eso para el fue la gran recompensa, haberlos podido, por ese motivo, disfrutar hasta el final. Fueron muchas las bonitas anécdotas que descubrió Miguel Bienvenida, recordó con desbordante ilusión el día que hizo el paseíllo en Las Ventas en Madrid, y otros tantos festivales donde tuvo actuaciones muy dignas, llegando en ocasiones a cortar más trofeos que sus ilustres compañeros de cartel. Porque con orgullo y mucho respeto a los grandes profesionales, para él ha sido un honor hacer paseíllos junto a Dámaso, Manzanares (padre), Curro Vázquez, Espartaco, Litri, etc. Y de un gran festival en Trillo en el que él participó cortando dos orejas, no olvidará el brindis precioso que le hizo Espartaco, a quién le tiene gran admiración, por lo grandioso que es como torero y lo bellísima persona que es. Dijo también: “El gesto de más valor que he tenido fue el de quitarme del toro en su momento, y de no ser un amargado, no hablar del toro con amargura ni dolor. Si aprendí en mi familia el respeto por todos los profesionales, y sobre todo el amor que había hablando de toros”.
Descubrió Miguel que tiene por ahí haciendo cositas a un joven “Bienvenida”, pero sólo por afición y para divertirse, se refería a Gonzálo, nieto del Maestro Antonio Bienvenida, es el que le hace ir de un lado para otro para que lo vea torear y le corrija los defectos, pero tiene claro que torea por su gran afición y para divertirse. Ahora he acompañado a Gonzálo en Quito donde ha matado el gusanillo.
También destacó Miguel, la importante labor que se viene haciendo por la cultura taurina desde el Circulo Taurino de Amigos de la Dinastía Bienvenida, desde Madrid y en las distintas Delegaciones del Círculo que hay en Hispanoamérica.
En el centro Miguel Mejías "Bienvenida" junto a su primo Juan Mejías, hijo de Juanito "Bienvenida".
Fue una fugaz gratisima hora, realmente inolvidable, donde con “UN BIENVENIDA” hubo derroche de TORERÍA.La sorpresa final de la noche para todos fue la presencia entre el público de Juan Mejías, hijo de Juan Bienvenida, el menor de los hijos del Papa Negro, y que reside en Cartagena desde hace años. Finalizó Miguel Bienvenida con palabras de admiración, gratitud y cariño para todos los Toreros Murcianos, para Nuestra Afición y, por supuesto, para el Club Taurino de Murcia. Y se despidió Miguel a lo General MacArthur: ” ¡¡ Me marcho, pero volveré… !!”.
Cerrada fue la ovación de los murcianos que se llevó a Madrid Miguel Mejías Alvarez-Buylla “BIENVENIDA”.
Fuente.- http://dinastiabienvenida.blogspot.com.es/2015/05/miguel-mejias-bienvenida-regalo-murcia.html
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