Tras la tempestad viene la calma, un toro
coge a un torero y el ostracismo y las tinieblas se apoderan de una ganadería, el ganadero aguanta de todo hasta que lo llamen asesino,
siempre el pagano ganadero que sufre las consecuencias de algo que lleva
ocurriendo toda la vida.El torero triunfa desde entonces, dígase Padilla-- y Lucas Carrasco, responsable de la ganadería sigue para
adelante.
Santander y Azpeitia se llevan lo de arriba de
la camada que no es muy larga y esta en tipo
Que haya suerte y ninguna desgracia, sino la tormenta volverá de nuevo injustamente como siempre.
Que haya suerte y ninguna desgracia, sino la tormenta volverá de nuevo injustamente como siempre.
Fuente.- Javier Salamanca. Colaborador de la Comunidad de Madrid para De Catafalco y Oro.
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