Debo reconocer que de
siempre César Jiménez me ha caído muy bien. En Úbeda tampoco cayó mal,
precisamente con un toro de su
compadre-apoderado-amigo-ganadero-preceptor-maestro José Miguel Arroyo
"Joselito", hace media docena de temporadas.
Ese Joselito, discípulo
de Don Manuel Arranz el continuador sobrino nieto del socio de mi casa en temas
de "ganao bravo" Paco Arranz, ese del que tantas veces he dicho que
le vendió a Vicente Martínez las treinta vacas y un semental viejo de Saltillo
de lo que se deshizo el viejo Juan Pedro (el Juan Pedro de verdad) cuando
adquirió La Jandilla al padre de Don Félix Moreno Ardanuy, todavía en vida de
Gallito, aunque la fecha fue oficializada muchos años después.
Otra cosa es que, como madrileño, César Jiménez de nunca haya caído de pie en las Ventas, como el Juli o el Fundi, el Bote o el Niño de la Taurina y hasta el propio Joselito. Distinto es lo del "Chico de la Blusa" en la vieja plaza de la carretera de Aragón dando la cara al mismísimo Guerra y al propio José (Gallito) al que me cuesta decir Joselito: sin duda porque ochenta años después aparecería ese José Miguel para plantarle cara a todo lo que se movía en feo en esto del Toreo. Y a fe -pongo toda la mía- de que se ha ido de esto -todavía no se ha ido del "tó"- sin soltar todos los gatos que tenía y sigue teniendo dentro.
Pues mire usted, para que se lo coman otros, bien está que intente entrar en el organigrama empresarial alguien del que se pueda apreciar un mínimo de afición. Ya que día tras día -unos y otros- están agrediendo y poniendo a prueba al Tribunal de la Competencia con su inescrutable Cinturón de Acero y eso siempre que haya algo que comer -no veo gran cosa- en el tema de las organizaciones taurinas. Dichosa la Ávila de la Santa con haber contado con la presencia de Blas Mora entre los aspirantes para hacerse con la Concesión administrativa para su Plaza de Toros.
Otra cosa es que, como madrileño, César Jiménez de nunca haya caído de pie en las Ventas, como el Juli o el Fundi, el Bote o el Niño de la Taurina y hasta el propio Joselito. Distinto es lo del "Chico de la Blusa" en la vieja plaza de la carretera de Aragón dando la cara al mismísimo Guerra y al propio José (Gallito) al que me cuesta decir Joselito: sin duda porque ochenta años después aparecería ese José Miguel para plantarle cara a todo lo que se movía en feo en esto del Toreo. Y a fe -pongo toda la mía- de que se ha ido de esto -todavía no se ha ido del "tó"- sin soltar todos los gatos que tenía y sigue teniendo dentro.
Pues mire usted, para que se lo coman otros, bien está que intente entrar en el organigrama empresarial alguien del que se pueda apreciar un mínimo de afición. Ya que día tras día -unos y otros- están agrediendo y poniendo a prueba al Tribunal de la Competencia con su inescrutable Cinturón de Acero y eso siempre que haya algo que comer -no veo gran cosa- en el tema de las organizaciones taurinas. Dichosa la Ávila de la Santa con haber contado con la presencia de Blas Mora entre los aspirantes para hacerse con la Concesión administrativa para su Plaza de Toros.
A Cesar Jiménez le
deseo suerte en cualquiera de los palillos que toque en esto de la Fiesta.
Y...si no sabe hacer otra cosa la criatura ¿Qué quieren que les diga?
Saludos de Gil de O.
Saludos de Gil de O.
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