sábado, 12 de enero de 2013

Cargar la Suerte y "La Escondida"

Como la raíz de todo reside en el Toro, teniendo claro este concepto, quedan preceptivamente y con todo rigor los Cánones a aplicar en su Lidia. El Toreo sigue siendo el mismo, solo varían las afecciones en función de la época, de sus ejecutores, e insisto, fundamentalmente del Toro. Sin Toro no hay Toreo, vaya por delante.

El Toreo en sí, independientemente del Toro al qué se aplique, siempre tendrá una componente  defensiva: y con ello, el mejor de los ataques para poderle, siempre con  su componente artística, irrenunciable por definición, Arte del Toreo. La calificación de toreo “defensivo” con el objetivo de encasillar una época, tratando de organizar -propio investigadores con la línea no suficientemente definida- clasificaciones, no es procedente; dándome la impresión de que esta opción es intencionada por parte de aquellas ilustres ¿? plumas monocordes de la llamada “bravura moderna” (palabreja) en su pretensión de acomodar el toreo de “la escondida” y apostrofado de actual; concepto gratuito y  accidental de cite al hilo para que “el señorito no se enoje”, de muleta de recorrido periférico y pata escondida, sin cruzarse ni cargar para que el “señorito no se raje”, como estructura básica de una faena de enésimas embestidas repetidoras (palabro ofensivo); y digamos, no encuentro otra palabra que MENTIRA insolente de los que profesionalmente y a conveniencia de parte, lo tratan de institucionalizar.

Tanto se repite la teoría desde Juan Pedro a Villasuso, y tauricordios (palabro) mil, entre ellos la gran voz del Gallísmo -días atrás en el CEU- José María Morente del Monte y la pluma de mi maestro Paco Aguado, incluyendo a Rafael Cabrera (indefinido y con dudas sobre la vertiente a elegir) como paladines principales (me dice mi corrector que no olvide a Arévalo). Con ello dan lugar a que pudiere terminar asentado como básico, lo que únicamente es accidental; tanto como el hecho de dar como bravo a lo que solo es fruto de una selección orientada a la consecución del torito—repetidor-toreable-mansito-monocorde y sucedáneo consecuentemente.
A los del “trinque” qué no debemos ni deberíamos nombrarlos, pero lamentablemente es a los que más se les lee y se les oye, por lo que no nos queda más remedio que salirles al paso. Hecho el párrafo de preámbulo, paso a hablar de lo nuestro:
El Toro Fiero total –se ha perdido la Raza- ya no existe a no ser que volvamos a echar a los terrenos agrestes a las moruchas -hoy en semi o estabulación libre- o a la cárdena andaluza todavía conservada en algún reducto romántico, con aquello del Campo Bravo que aún pueda conservar casta; todo siempre que sus genes conserven Raza; lo que no hacen los ganaderos de bravo en la élite, y menos aún los llamados “minoritarios” (más palabros, éste ajeno). Hay que olvidarse de que Vistahermosa existió, pues lo desperdiciaron los comerciales.
Volver a la fiereza total para establecer de nuevo un punto de partida  lo veo imposible.  Pienso en la utilidad de algunas ganaderías minoritarias, aunque muy degeneradas, al ser víctimas de la endogamia, que ni aún reuniendo en abierto quince o veinte mil individuos (reses) olvidándose del término encaste,  para a partir de ahí, volver de nuevo a un proceso de selección en busca de la bravura, para hacer Raza; cuyo principal éxito sería fijar todos sus caracteres genéticos. Es un tanto utópico. Sinceramente, lo veo irrealizable. En la práctica la genética, demostrado ha, no admite errores; generalmente por ir demasiado deprisa en su aplicación, la experiencia lo está demostrando.
Sucede en la actualidad que con sesenta vacas o menos, hay quién pretende sacar Raza adelante. Imposible. Los milagros de Cuadri y Miura, no tienen explicación con tan reducido número de vacas de vientre, hoy nodrizas (otro palabro, nodriza no significa madre). Los genes “condesos”... las alienta, las refuerza y les permite permanecer; ¿por cuánto tiempo? Esa es la trágica sombra amenazante que las protege y a la vez las destrozará. Debe permanecer el ejemplo de los grandes cruzadores y manejadores del híbrido Marqués de Saltillo, Vicente Martínez (con la mano oculta de Paco Arranz –parentela de Don Manuel- que nadie menciona), Conde de la Corte y Marqués de Villamarta, los qué sin más análisis que la propia experiencia, asentaron Raza de forma magistral, hasta el punto de que prevalecen sus resultantes en los tiempos actuales.
Para mí, la palabra ENCASTE no tiene sentido; la considero una falacia acuñada hace ochenta años, el día de la creación de UCTL.  Alguno pretendió colocarlo en hora en un intento baldío de evitar la debacle que preconizaba  la aparición en escena de los petos y posteriormente el caballo bretón y enseguidita para mayor “inri” el “elefante de Madrid”. La teoría de Manzanares sobre la ligazón vino a asentar definitivamente al “torito actual”. Todo ello unido al conceder ventajas al “torito prefabricado” por parte de la técnica usada por Jesulín de Ubrique y perfeccionada por Enrique Ponce, nos tiene imbuidos  en un maremágnum enlodazado por las distorsiones en la conceptualización del Toreo, de forma que las nuevas generaciones están interpretando como básico, lo que solamente es una técnica adecuada al “torito” que se le está criando a las figuritas del día en los “elevages”, explotaciones intensivas y estabulaciones libres de nuestras primeras líneas (MENTIRA) de supuesta bravura.  
Consecuentemente, al torero que le salga un fiero sin bravura,  bastante hará con hacerle lo que pueda y matarlo por dónde pueda. Puede incluso que por naturaleza tenga nobleza, pero ese -sin bravura-  te la dará tras una doma, nunca con la lidia. El fiero cien/cien no tiene sentido en Tauromaquia; tampoco se pretendió aunque de ello provenga la bravura. La  evolución preceptiva y con necesidad de medio para-económico, debido a la eliminación progresiva y ordenada a tenor de intereses, fue llevada tan al límite que ya el toro adolece de fiereza, aunque haya algún ganadero falaz qué diga por esas tertulias de mirarse el ombligo, que cuando le sale en el tentadero una novilla con fiereza, le da su oportunidad.
El Toro de Lidia en toda su extensión de componentes de Bravura, Fiereza y Nobleza, que durante una buena lidia los manifestará con claridad, he de decir que la aguantará soportándola completa en todas los  tercios que la componen a base del Toreo Fundamental que defiendo. Podremos ver algunos Toros en los que estén integrados los tres conceptos, y que bien  por manejo y desacierto, o elementos  accidentales no respondan de forma homogénea en su lidia, sobresaliendo alguno de ellos sobre los demás, aún conteniéndolos, y  pudiendo quedar oculto el Fondo de Bravura, término hoy tan inadecuadamente usado -alguien lo escuchó, lo tomó como suyo  y al monte con él, como si fuese orégano- ; y posiblemente, oculta también la nobleza -pudo ser mucha- si esa fiereza no fue suficientemente dominada. La nobleza que no parte de una Fiereza dominada, no me interesa.
Toda la mal llamada Edad de Plata del Toreo, aclaro a navegantes de atajos con el consiguiente peligro de quedar encallados, toreó de esa forma que según Morente  “nunca se ve” y solamente haya existido en la mente de algunos aficionados “integristas”. Personalmente, como si lo he visto, me considero virtualmente fuera de la “recua” avistada por nuestro insigne Morente del Monte. Periodo de máximo esplendor del Toro, precisamente; la de más sangre; y sin embargo, la que tras los Fundamentos de José y la sugerencia de Juan  construyó la etapa más grande del Toreo. No se olvide nadie de Manolo Vázquez y Rafael Ortega, aunque posteriores, toreros que al igual que a José, no le pasaba por la cabeza, bajo ningún concepto, ponerse de perfil; y lo que es más, sin naturalidad al ejecutar.
Para concluir, debo aclarar,  que este toreo (minúsculas) de “la escondida” y lo que conlleva de periférico, perder pasos (Arévalo pone en la pluma de Pepe Alameda qué José perdía pasos en su intento de Torear en Redondo, MENTIRA) fuera de cacho y muleta atrasada, no es sino parte de un tipo de faena a  aplicar el toro tontuno que de todas formas saldría con cierta frecuencia, al que se le pierden pasitos para que “se lo crea” facilitándole la huída hacia adelante. Aún con el criterio ganadero de criar un Toro Bravo Integro, esa faena es admisible para su aplicación ocasional. Este “estándar” al que la selección  ha conducido como si de un producto cualquiera se tratase (sí, como el que hace tornillos) no puede bajo ningún concepto considerarse básico en la crianza del Toro Bravo; y menos aún asentar sobre él lo que se ha dado en llamar “faena moderna”.  Vean que incluso, este mismo estandarizado, ha cogido líneas de degeneración involutiva tanto en el Toreo como en la crianza de Bravo.  Hay que volver al Bravo en toda su extensión; al Bravo que obligue a un primer tercio completo, a “cargar la suerte”, a cruzarse, a ganarle pasos, a ofrecerse, a desengañarlo y poderle. De otra forma no habría faena de “pata-alante”, profunda y emotiva, si delante no hubo un Toro que ofendido midiera, y que al menor descuido convirtiera al matador en víctima de su desconocimiento, u osadía mal calculada. El Toro Bravo es dominante en su terreno; sin defectos en el manejo, eso lo transmite en la plaza. Sin embargo la Bravura no es factor dominante en la transmisión genética. Se han perdido ochenta años. Nunca es tarde para empezar de nuevo.
El Toro debe ir por un camino y el Torero por el suyo; la Bravura como tal –si se consigue- por su orilla; el Toreo por su discurrir creativo, en la otra; todo, para confluir en una obra completa, efímera e irrepetible, que se llama Lidia. El Toreo no es un “pedacito de pan” para ese otro “pedacito de queso”.
No se trata de fabricar toros de garantía (execrable expresión) ni de apostar por éste o aquél toreo, no hay nada más que una Bravura, lo mismo que no hay nada más que un Toreo, garantizado por la Torería, la Clase, los Conocimientos, las Facultades, el Arte, el Valor, la Entrega y el Respeto de sus ejecutores. Mi discusión gira alrededor del hecho de que se considere como referente una desviación de lo Fundamental, para justificar un toreo incompleto y monocorde, aplicable al torito “ad hoc”  que nos están endilgando.
Abundo en que a los ganaderos se les paró el reloj en día de la fundación de la UCTL; cuando oficialmente se les fue reconocido lo de “encaste propio”, término horrible y erróneo por lo que de excluyente e inadecuado tiene. A partir de ahí vino la degeneración atacando la raza desde los distintos campos de la subdivisión, hermetismo y ocultismo ganadero, creyendo tener en sus manos un tesoro, cuando solo era una bomba incendiaria la que según las manos habría de explotarle a cada uno de ellos de forma irremediable.
Por José Olid Planet.

8 comentarios:

  1. Si con este articulo, unido al de los "Bombos" no se despiertan de su letargo los del Jubileo de Badajoz, Huelva y Nimes; los del Cinturón de Acero; los de las Televisiones; los "trincones"; los llamados "Geses"; los "ganaduros" del monoencaste; las Corporaciones serviles; los "vetadores"; los ponedores; los palcos y conferenciantes de crerse el centro del Universo, será que esto no tiene salvación mientras esté en sus manos.

    ¿Hay alguna posibilidad de publicar textualmente lo dicho en las jornadas de Castellar? Supongo que habrá grabaciónes.

    Es necesario que todos los "gilipollos" que han destrozado la Verdad de la Fiesta, se enteren de una puñetera vez, que su pecado les va a perseguir eternamente.

    Perera y Fernando Cepeda, van a estar eclipsados por las sombra de Iván Fandiño. Ahí ha estado su gran error. Fandiño tiene ya más fuerza que muchos de ellos juntos. Al tiempo.

    El Chacho.

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  2. Chacho, la salvación la veo dificil, pero como dice el refrán, todo es posible en Granada.
    Sobre as grabaciones de Castellar habrá que preguntarle a Gil de O.
    El pecado dice, a estos les da igual que les persiga el pecado mientras haya Euros.
    La fuerza de Fandiño hace tiempo que la vimos, pero ahora va ser el momento aprovechando que es 2013, lo digo por los que son supersticiosos, que no son pocos.
    Un saludo Chacho

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  3. José Olid te da las gracias.

    Don José Cisneros, buen amigo:
    Gracias por difundir mi Articulo de Opinión y Toros. Haces una labor muy importante cara a la defensa de la Fiesta.
    Me parece que los blog están entrando en una etapa de relajación. No nos leemos ni nosotros mismos; al menos, eso creo. Había que mantener algún cambio de impresiones para contrastar criterios.
    Veo que tú si eres de los que respondes a los comentarios, lo que han dejado de hacer gran parte de las plumas más representativas. Estamos un poco "atorados", es mi conclusión.

    Saludos de Pepe Olid

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  4. NO me lo debes de agradecer, las gracias a ti por escribir cosas de las cuales los mas jovenes aprendremos ¡esa es la verdadera labor importante!
    Por eso este articulo considero hay que dejarlo algunos dias aunque el blog se queda sin actualizar, tampoco es necesasrio poner por poner.

    Pienso que loa blogs, no es que no nos leamos, mas bien pienso que es tanto el tiempo que se les dedica al de cada cual, que entramos poco y quiza muy por encima a los demas, eso si.

    En lo de los comentarios tienes razón, pero creo que los debieran hacer los lectores y así poder compartir las distintas visiones de una misma cosa o criterios ocmo tu bien dices.

    Yo si suelo responder, a lo que puedo, porque hay algunos que son verdaderamente dificiles dado la preparación de quien los esciribe y hay muy cerca un ejemplo.

    Saludos Olid.

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  5. Estimados J.Cisneros y Pepe Olid la defensa de la Tauromaquia en este momento yo diría que tiene que ser de obligado cumplimiento. Como usted bien dice en su texto señor Olid, hay ya un creciente número de Blogs que defienden la actitud de las actuales figuras del toreo, ganaderos y empresas, generando además opinión de que todo lo que se afirma en determinados blogs, son inventos de mentes obtusas y calenturientas ancladas en el "cualquier tiempo pasado fue mejor". Y no se dan cuenta de que no queremos ir al pasado sino respetarlo y engrandecerlo en este presente. ¿Pero que presente tenemos? Se lo voy a contestar rápido: Cuando en toda época pasada se criticaba lo injustificable por toreros, ganaderos, periodistas y empresas, siempre recurrían a lo mismo, a decir, que en el pasado también se mataba el choto, se vetaba, se afeitaba....Con esa cantinela llevan haciendo política cien años. Que si Guerrita, que si Joselito, que si Belmonte, que si Marcial, que si Manolete, que si El Cordobés...y lo cachondo es que es verdad, que todos los que han mandado le han quitado su trocito de verdad a la tauromaquia. Pero no nos olvidemos que siempre existían aficionados que se oponían a las grandes vacas sagradas y otros que le daban vaselina, aunque se aburriesen con lo que veían. la grandeza de la fiesta se ha ido perdiendo pasito a pasito porque somos ya demasiado humanos, y sufrimos mucho no con que les peguen una cornada a una figura, sino con hasta porque sude demasiado delante de la cara del toro. Se han destruido ganaderías, cánones del toreo y todo aquello que al que mande le guste quitarlo para su beneficio particular. La Tauromaquia la han convertido desde hace mucho en un burdel, pero barato...

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  6. Don Juan Arolas, por mi parte, que qiuere que le diga, que tiene usted razón en casi todo a mi forma de ver. Que esto siempre ha sido lo mismo, en parte si, porque referente a la verdad, creo que antes habia mas verdad, es que hasta en la vida misma, el propio ser humano antes era mas integro y verdadero. Todo viene en todo, la tauromaquia no iba a ser menos, dependiendo de como este la situación actual referente al pais o a las personas; pero vamos que en terminos generales y salvaguardando la "integridad" que esa ha decaido y en demasía, de acuerdo con usted. Un saludo

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  7. Soy Olid:

    Juan Arolas ha venido a ampliar y fortalecer los criterios expresados en el articulo, haciendo una reflexión propia de su sensibilidad: "No queremos ir al pasado sino para engrandecerlo y respetarlo". Deben enterarse, ya de una vez, tantos fariseos "trincones" que prostituyen la Fiesta.

    José Gómez Ortega -yo le digo Gallito- al que menciona, nos marcó los pasos a seguir para conducir la Fiesta, sin quitarle ni un ápice a la Verdad; Manolete se metió "ahí" donde la suerte ya es tan intensa que no admite más carga; lo que viene a ratificar su aportación y respeto a los Cánones del Toreo reforzándolos; tampoco le quitó pedacito alguno a la Verdad. Ambos entregaron su vida en el Gran Altar de los Sacrificios de este Rito que es la Fiesta, la qué no sería posible sin el gran sacrificado El Toro Bravo, es por ello que cuando nos quieren conformar con el sucedáneo, percibimos la sensación de que el Fuego Sagrado se ha extinguido.

    Aunque largo el articulo, tu comentario aquí junto a Cisneros, me ha permitido continuar charlando de Toros otro "ratíco" más. Si ves que he desafinado o me he ido de compás no dudes en señalarmelo. Gracias y...

    Saludos de Pepe Olid

    Siento el Cante, pero no le entiendo amigo Juan. Es por ello que no me atrevo a comentar en "Luciérnagas y Coyotes".

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  8. Ha sido todo un honor encontrar un comentario de Juan Arolas de Luciernagas y Coyotes, el cual junto a Pepe Olid y su gran articulo, engrandecen sobremanera este humilde blog.

    Tocan temas que a muchos aficionados se nos escapan de las manos, unas veces por desconocimiento y otras por dejadez en el estudio profundo del toreo y sus raices.Dice Olid que José Gómez Ortega marcó los pasos a seguir para conducir la Fiesta, sin quitarle ni un ápice a la Verdad; y yo pregunto, ¿es que hoy no hay ningún "Joselito" que continue con esa verdad? ¿no quiere hacerse presente? o es que somos todos, incluidos los aficionados, muy cómodos. Esto tiene mucho que desmigar,pero en pocas tertulias, quizas en las de Castellar algo de esa verdad se dejó entrever,inclidos toreros y ganaderos que estuvieron en perfecta comunion con el aficionado, entonces me pregunto ¿que pasa?. aqui lo dejo. Saludos don Juan.

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