El Ayuntamiento de Ávila, ha
seleccionado a cuatro empresas taurinas de todas las presentadas a optar a la
gestión de su Plaza de Toros, entre las que se encuentra la de nuestro paisano Blas Mora.
Blas Mora, un joven empresario de 57 años,
natural de Villacarrillo (Jaén), comenzó esta aventura empresarial paralela a
otros negocios del sector comercial y hostelero. Empezó de apoderado y no tardó
en darse cuenta de que tenía que cambiar la perspectiva. Simplemente, sacó una
conclusión: «de apoderado, si se
equivoca el torero, tú también lo pagas, y de empresario, tú te equivocas y tú
lo pagas; no dependes de otros y todo depende de que lo hagas bien». El
secreto para equivocarse lo menos posible en este mundillo también lo tiene claro:
«ilusión y constancia». Gracias a
ello, asegura que se siente muy satisfecho de su labor y de su trayectoria
desde el día que decidió liarse la manta a la cabeza allá por 1995, en Fernán
Núñez (Córdoba), su primera corrida como empresario. No en vano, ha gestionado
cerca de una treintena de plazas en provincias como Madrid, Toledo, Ciudad
Real, Córdoba, Jaén y un largo etcétera.
En Ubeda todos los
aficionados recordarán la labor tan importante que este empresario de la
provincia realizó durante el tiempo que duró su gerencia en la Plaza de Toros,
organizando unos carteles de verdadera categoría tanto en Ubeda como en otras
plazas de la provincia. No
en vano, Jaén es la provincia que más festejos da de Andalucía y en la que más
ganado bravo hay. Y considera que en sus plazas hay «muy buena afición y muy
buen público».
Entre los logros que guarda con
más cariño se encuentra el haber organizado la única corrida goyesca con el
hierro de Miura. Fue en Úbeda, donde también gestionó en 2005 la mejor feria del
año de Jaén, en calidad y espectáculo, y una de las tres primeras de Andalucía.
Del mundo de los toros asegura que cambiaría muchas cosas, entre ellas fomentar
a todos los niveles la promoción de los chavales que salen de las escuelas
taurinas.
En Ubeda durante los años que estuvo de empresario,
creo recordar que un total de 9 años -algo que avala su buena gerencia- el
aficionado pudo asistir a presenciar ganaderías históricas como la de Miura,
Conde de la Corte o la de Gavira en su último año de empresario en esta plaza
de toros.
En la Plaza de Linares destacó Blas Mora por la
organización de los Festivales Taurino-Flamencos a beneficio de la Asociación
Proyecto Hombre, siendo año tras año un auténtico triunfo, llenando los
tendidos del Coso de Santa Margarita.
Si una figura del toreo tiene que empezar en plazas
pequeñas y en condiciones muy precarias para poder ir ascendiendo en el
escalafón y lograr que le abran las puertas de plazas cada vez más importantes
a base de tesón, triunfos y alguna que otra cogida, un empresario igualmente
tiene que apostar en primer lugar por pequeños festejos para conseguir la
gestión de cosos de categoría que le permitan ir cerrando carteles cada vez de
mayor enjundia a base de tesón, buen ojo y alguna que otra cogida en forma de
pérdida económica. Además, los dos, torero y empresario, comparten el mismo
sueño: llegar a Las Ventas. Aunque el primero desea estar en el ruedo cortando
orejas y rabos y el segundo en el callejón viendo la plaza llena. «Sigo pensando que algún día gestionaré Las
Ventas, ¿por qué no?», comenta Blas Mora como el torero que ya piensa en
próximas temporadas sin haber cerrado la actual. Nos cuenta que él no viene de
una familia taurina, «pero sí de grandes aficionados a los toros».
Como a todo empresario, a Blas Mora le preocupa y le
afecta la crisis, aunque por otro lado asevera que se puede quejar menos que
otros muchos que se dedican a este amplio sector del ocio, tan afectado
actualmente. La mala situación económica la capotea intentando reducir festejos
y primando la calidad. «A una feria
taurina le da importancia tener las plazas llenas y no la cantidad de corridas
que figuren en el cartel», afirma consciente de que «ir a los toros cuesta».
Pese a todo, no escatima a la hora de rematar los
carteles de su responsabilidad para cuadrar toreros y ganaderías. Blas Mora es
más aficionado que empresario a la hora de organizar festejos, aunque remarca
que en la plaza, desde su posición de empresario, «cualquier torero tiene la
misma importancia que el resto», sea o no fenómeno de masas. Así, su trabajo lo
hace con los pies en la tierra ya que «la apuesta es muy cara y la caída puede
ser grande».
«Este mundillo es muy duro, y si no tienes pasión no
aguantas», Blas Mora aún está aquí y, eso es por algo, pues aunque los triunfos
son muy dulces, el día que no se cumplen las previsiones o el festejo no ha
funcionado «es muy amarga la soledad de la plaza cuando se ha ido todo el
mundo».
Quién sabe si algún día, esta misma sensación la
tendrá en el callejón de Las Ventas.
Por lo pronto desde este Blog le deseamos sea el elegido por el Ayuntamiento para la gestión de la Plaza de Toros de Ávila, en mi
opinión no se arrepentirán.
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